San Mateo nos guía en la comprensión de la razón de ser de la misión de los discípulos de Jesús. Las gentes estaban “Extenuadas y abandonadas, como ovejas sin pastor”; Jesús les anunciaba la Buena Nueva del amor de Dios y curaba los enfermos, pero “La mies es abundante y pocos los trabajadores”, es decir, en lenguaje de nuestros días:“Hay mucho por hacer para que reine el amor de Dios, hay pocos obreros”. De allí nace su decisión de llamar a los “Doce Apóstoles” para enviarlos a “Las ovejas perdidas de Israel”.
Con ello Jesús les dijo: Esta que fue mi misión en la tierra, tenéis que continuarla vosotros que sois mis discípulos, hasta el final de los tiempos. “Expulsad los demonios”: Es decir, librad el combate de la fe, de la verdad y de la vida. y “Curad toda enfermedad y dolencia”: Es decir, sentid compasión, vivid y predicad el amor de Dios. Mirad a la gente como “Yo”lo hago y procurad su bien, encarnando la misericordia de Dios. Algo que los representantes de Roma y los dirigentes de Jerusalén no hacían.
Y les dio “Autoridad”, esto es, poder, no para gobernar y menos para vivir como príncipes, sino fuerza y voluntad para hacer el bien, para curar a los enfermos, para aliviar el sufrimiento humano. Es la misión que Jesús les confía; es el anuncio del regalo que Jesús va a hacer al mundo: Su Iglesia.
Su misión será proclamar que ya llega el Reino de los cielos, curando a los enfermos, resucitando a los muertos, limpiando a los leprosos, expulsando a los demonios. Será anunciar y dar vida, limpiar la sociedad de tanta hipocresía y corrupción; enseñar a vivir con verdad, sencillez y honradez; liberando a las personas de tantos ídolos que los mantienen esclavos. Y esa tarea tendrán que cumplirla “Gratis”, es decir, sin facturas de cobro ni recibos de pago. Así haréis creíble la cercanía del Reino, trasmitiréis vida y revelaréis el amor de Dios a todos los hombres.
Quien no lo entienda, lea varias veces el Evangelio de este domingo. Y examine su conciencia de discípulo de Jesús: ¿Si estoy haciendo lo que Jesús nos mandó que hiciéramos?
Algo hermoso y reconfortante: Jesús nos necesita para proclamar el Reino de Dios, nos llama, nos reúne como lo hizo con los doce, y nos pide ver como Él, sentir como Él, actuar como Él.
Padre Carlos Marín G.
Fuente Disminuir
Fuente