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La confianza puesta en Dios Padre

9 de julio de 2023
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Jesús revela a sus discípulos su relación con el Padre. El Padre conoce al Hijo y así lo manifiesta en dos momentos de su vida: El Bautismo Mt.3,17 y la Transfiguración Mt. 17,5. Por su parte, el Hijo es el único que conoce verdaderamente al Padre y el único que puede revelarlo a través de sus gestos y  sus palabras.

La revelación que el Hijo hace es que ha sido el beneplácito   del Padre ocultar a los sabios e inteligentes, y  revelar a los pequeños, “esas cosas”, los misterios del Reino, el conocimiento del amor de Dios .

Bien podemos entonces decir que Jesús revela a su Padre como Dios de los pequeños, como un Dios que sabe amar a esos que no tienen cultura, ni capacidad dialéctica, ni títulos académicos, a los que andan como ovejas sin pastor; a los pobres, a los pecadores, a los descartados, a los enfermos del país. Esos, los pequeños, los sencillos, los humildes, los pobres, son los que se abren a la novedad del Reino que trae Jesús y que descubren la verdad de sus palabras; esos son a los que el Dios bueno ama, esos son la mayor riqueza del Reino de Dios y de la Iglesia.

Hermanos: Jesús nos llama a acercarnos a Él, “Venid a Mí los que estáis cansados y agobiados, y Yo os aliviaré”, olvidaos de los maestros de la ley y de su yugo pesado, acoged la Buena Nueva, la alegría de la salvación. Nos llama a que tengamos un contacto más vital con Él; a que sigamos sus pasos, no por obligación y menos por miedo, sino porque Él libera lo mejor que hay en cada uno de nosotros y nos enseña a vivir con la confianza puesta en Dios Padre.  

Es, hermanos, la alegría del Evangelio, son los misterios del Reino, la alegría del amor de Dios. Es Jesús, manso y humilde de corazón, a quien estamos llamados a seguir como discípulos suyos y a vivir como Él. Las ideas convencen, las personas arrastran. Si ustedes  ya saben que  Dios Padre, el que Jesús nos ha dado a conocer, es bueno,  que ama a los pequeños, a  todos ustedes, sin excluir a ninguno, no me  hagan más preguntas acerca de Dios, ya se los dije todo.

¿Recuerdan las palabras de la Virgen María en respuesta al saludo de Isabel? “Engrandece mi alma al Señor, porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava”, Lc. 1 Es que Dios manifiesta su predilección por los sencillos, por los humildes. Así nos lo enseña el Evangelio.

Padre Carlos Marín G.

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