En el “Credo” todos los días proclamamos: Creo en Jesucristo, Hijo de Dios, nacido de María Virgen, que murió por nosotros y resucitó, y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Pues bien, ese Hijo de Dios, hecho hombre por amor, se identifica ante sus discípulos y se les manifiesta, y en ellos a nosotros como Pueblo de Dios, valiéndose de imágenes originales muy bellas, pues quiere que lo conozcamos mejor: “Yo soy el pan de vida”, “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, “Yo soy la luz del mundo”, “yo soy la puerta”, “Yo soy el Buen Pastor, conozco mis ovejas, las llamo a cada una por su nombre, ellas escuchan mi voz, encuentran pastos, y se salvarán”. Se los dice a ellos y por ellos a nosotros…
Es el Evangelio de este domingo: Juan 10,1-10 .¿Quién es Jesús?, ¿Lo conocemos bien?, Él es Pastor y Puerta verdadera. La única alternativa de vida.
En el mundo de hoy, crece el número de falsos pastores; abundan la mentira, la violencia, la injusticia, falsos caminos y puertas, y falsas alternativas de vida. Una razón más para que todos nosotros conozcamos de verdad al Señor Jesús tal como Él mismo se identifica ante sus discípulos.
Ese conocimiento hará que todo cambie en nuestra mente y en nuestro corazón. Jesús empieza a ser fuente, plenitud de vida y certeza de oír y ver, más allá de la muerte, lo que Dios tiene preparado para los que lo aman. El miedo desaparece y las dudas también.
¡Jesús es aquel que hace vivir!. Una vida sana y abundante, llena de sentido; una vida que hay que amar, respetar y cuidar con solicitud; una vida que hay que celebrar y agradecer creciendo como seres humanos y como hijos de Dios. Cada uno de nosotros es ser nuevo, único e irrepetible; un milagro vivo, obra del amor de Dios.
Por eso, si mis labios no alaban a Dios, en el mundo quedará faltando una alabanza. Si de mi corazón no brota un acto de amor a Dios, nadie lo hará por mí. Si no levanto mis manos para implorar su misericordia, habrá un vacío de perdón en el mundo; si yo no entro por la Puerta, el Buen Pastor, se quedará esperándome para darme vida. Y si no lo miro con mis ojos, si no oigo su voz, si no como su Cuerpo, nadie lo hará por mí, y no tendré vida.
Hermanos: Jesús, es el Señor, es el “Buen Pastor”, nuestro único Pastor, y nosotros sus ovejas. Porque queremos vida, que no nos falte su luz y su palabra, y que podamos comer su Cuerpo que es pan de vida.
Y no olviden: Mes de mayo, mes dedicado a la Virgen María. Que Ella viva con nosotros esta rica experiencia de ser Iglesia en nuestras casas. Que no falte el rezo del Rosario.
Padre Carlos Marín
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