La paz se logra cuando Jesús está en el centro de la vida personal y familiar

A poner a Jesús en el centro de sus vidas, porque esa es la base para que nazca el deseo de trabajar y construir la paz. “Cuando nuestra vida personal y familiar tiene a Jesucristo en el centro, brota del interior el deseo de trabajar y construir la paz”, afirmó el prelado en el editorial del periódico diocesano La Verdad.
El obispo explicó que ello se logra “resolviendo las dificultades y conflictos desde lo que nos enseña el mismo Jesús en el Evangelio, que es lo opuesto a toda violencia y división: ‘Han oído que se dijo: ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Pero yo les digo: amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen. Así serán dignos hijos de su Padre del cielo, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y manda la lluvia sobre justos e injustos’”.
“Esta es la tarea de todo cristiano y la misión prioritaria de la Iglesia en el anuncio gozoso del evangelio de Cristo”, afirmó.
El Obispo de Cúcuta, ciudad fronteriza con Venezuela, recordó que “desde el Bautismo todos somos discípulos misioneros del Señor y esto conlleva la tarea de trabajar por la paz en todos los ambientes donde vivimos”.
En ese sentido, explicó que “trabajar por la paz presupone que reine en nuestro corazón la unidad, que no haya división interna, que el corazón esté limpio, para poder transmitir la paz que viene de Dios como un don”.
“No es la paz como la que busca el mundo, que en muchos casos es más un negocio que pide beneficios para quienes la proporcionan; sino que es un maravilloso regalo que Jesucristo ha ganado con su Sangre y que nos quiere dejar para vivir en unidad y comunión. ‘La paz les dejo, mi paz les doy. Una paz que el mundo no les puede dar’”, señaló, citando el capítulo 14 del Evangelio de Juan.
En el editorial, Mons. Garcés escribió que, si bien “todos queremos la paz y hacemos grandes esfuerzos por conseguirla”, ésta no será posible “si estamos de espaldas a Dios”.
Por ello, animó a vivir la Semana por la Paz que se lleva a cabo en Colombia con oración y reflexión. Dicha semana, explicó, “tiene como propósito que cada uno siga afianzando el fervor y celo pastoral en un trabajo comprometido por la paz, siendo testigos de este don precioso que recibimos de Dios y que tenemos la misión de transmitir a los demás”.
La 38° Semana por la Paz comenzó el 1 de septiembre, sin embargo, el Episcopado explicó que las actividades se extienden durante todo septiembre.
Se trata de una iniciativa que nació dentro de la Iglesia en Colombia y a la que en los últimos años se han ido sumando decenas de organizaciones. El objetivo es erigirse “como un puente de esperanza que empieza a ser construido desde los territorios, ante la violencia y la fragmentación social que hoy generan tanto dolor e incertidumbre en el país”, indicó el Episcopado.
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