Colombia se consagró a San José: hombre de fe, ternura y defensor de la vida
En la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia se celebró, en la Solemnidad de San José, la consagración de las familias y del país al santo patriarca, esposo de la Virgen María, que en la tierra hizo las veces de padre del Hijo de Dios, Cristo Jesús.
La ceremonia fue presidida por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y concelebrada por monseñor Luis Manuel Alí, obispo auxiliar de Bogotá.
Durante su homilía monseñor Luis José Rueda, destacó tres aspectos especiales de San José: “San José es un hombre de fe; es hombre de ternura de Dios y tiene la misión de defender la vida. ÉL acompañará en esa misión a hombres y mujeres dentro del hogar, con la fuerza de los sacramentos, con la gracia de Dios y dentro de nuestra sociedad colombiana, amenazada por distintas formas. Que San José acompañe nuestros hogares y nuestra patria, para que encuentre los caminos de Dios”.
Una familia, en representación de los hogares colombianos acompañó a monseñor Rueda en el solemne momento.
CONSAGRACIÓN DE COLOMBIA A SAN JOSÉ
Monseñor Flavio Calle Zapata, Arzobispo Emérito de Ibagué.
Amado San José,
esposo fiel de la madre de Dios y padre adoptivo de Jesús, nuestro Redentor,
confiados en tu poderosa intercesión,
venimos hoy ante ti para consagrarte nuestra patria Colombia
y dejarla bajo tu custodia y protección.
El enemigo ha sembrado divisiones
y amenaza con destruir nuestra valiosa herencia espiritual y material
construida durante largos años.
Es verdad que hemos pecado de muchas maneras,
especialmente por la violencia entre nuestros hermanos y la inequidad social;
por eso, arrepentidos suplicamos el perdón de Dios
y estamos dispuestos a una verdadera conversión.
Glorioso Jefe de la sagrada Familia,
te suplicamos que hagas valer tu cercanía al trono de Dios Todopoderoso
y le pidas que florezca su Reino de amor, de justicia y de paz en nuestra patria.
Defiéndenos de los enemigos que pretenden arruinar nuestras familias,
engañar a niños y jóvenes, instaurar una cultura que destruye la vida
y difunde rebeldía contra la Ley de Dios.
Líbranos de avanzar en los errores
y vicios que conducen a la desgracia y a la ruina material.
Amadísimo padre y amigo San José,
ruega al Padre Celestial que, así como por el misterio de la Encarnación
nos envió a su Hijo, el Buen Pastor,
envíe también ahora nuevos obreros a su mies,
que anuncien integro el Evangelio de Cristo para salvación y alegría de los
hombres. Intercede para que el Espíritu Santo nos conceda gobernantes
con el carisma de honestidad y sabiduría.
Carpintero de Nazaret, patrono de los obreros y artesanos,
enséñanos a respetar y a promover la dignidad de cada persona humana,
a defender a los niños e inocentes,
a ayudar con caridad cristiana a los más vulnerables y sufridos en su cuerpo y
en su espíritu. Lleva hasta Dios la súplica del Padrenuestro, líbranos del mal,
que rezaste tantas veces con Jesús y María en tu hogar de Nazaret.
Líbranos de la guerra, de la pandemia, del hambre y de toda perturbación.
Patrono de la buena muerte, que tengamos tu defensa y compañía en la hora
de la muerte, para alcanzar nuestra máxima esperanza que es ver a Dios cara a
cara en el Cielo.
Enséñanos a vivir alegres en el camino de santidad,
a usar con gratitud y buen cuidado los recursos de la creación,
a emplear para el bien los avances que nos ofrece la tecnología de este tiempo.
San José, modelo de todas las virtudes,
te damos gracias por acoger esta consagración
y presentar nuestras súplicas ante el trono de la Santísima Trinidad.
Recíbenos en tu Corazón y ofrécenos como obsequio de amor
al Corazón de la Inmaculada Concepción,
tu Santísima Esposa y Reina gloriosa de Colombia. Amen.
Luego, monseñor Luis Manuel Alí, consagró a las familias de Colombia a San José
CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA A SAN JOSÉ
Monseñor Flavio Calle Zapata, Arzobispo Emérito de Ibagué
Glorioso Patriarca San José,
que fuiste escogido por Dios para ser cabeza de la Sagrada familia,
dígnate entrar en nuestra familia que hoy te invita,
se postra con fe ante ti y suplica ser abrigada bajo tu manto y protección.
Desde este momento te elegimos por padre y protector,
por consejero, guía y dueño de nuestras vidas.
Ponemos bajo tu especial custodia cuanto somos y tenemos,
nuestras almas y cuerpos, los bienes materiales y espirituales.
A ti, patrono de la buena muerte
confiamos el final de nuestra presencia en este mundo
y el paso a la eternidad.
Poderoso San José, patrono de la Iglesia universal,
defiéndenos de todos los peligros,
asechanzas y engaños de nuestros enemigos visibles e invisibles.
Consuélanos en las fatigas y amarguras de la vida,
asístenos en las luchas y agonías de la muerte.
Intercede por nosotros ante la Virgen Gloriosa, tu santísima esposa:
Unido a María lleva nuestras plegarias a Jesús,
el misericordioso Redentor del género humano,
que fue tu Hijo adoptivo en esta tierra.
Alcánzanos oportunas gracias para el camino de esta vida.
Acompáñanos paso a paso y durante todos nuestros días,
hasta coronar el sueño más importante que es la eterna salvación.
Amadísimo San José, quédate en nuestra familia,
que quiere ser un Hogar de Nazaret y una verdadera Iglesia doméstica,
en donde se viva la fe, la esperanza y el amor.
Enséñanos a reflejar en nosotros tus elevadas virtudes y tu santidad silenciosa.
Llévanos en tu corazón, que tú vivirás en el nuestro.
Sigue, entra para siempre, esta es tu casa. Amen.
Consagración:
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