Arquidiócesis de Tunja condena hechos violentos y hace un llamado a la unidad y la cordura

En un comunicado oficial, la Arquidiócesis de Tunja, a través de su arzobispo, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, expresó su enérgico rechazo y lamentó profundamente los hechos violentos ocurridos en la ciudad de Tunja el pasado 8 de noviembre, que han quebrantado la tranquilidad de la capital boyacense.
El mensaje inicia señalando que la Iglesia "lamenta y rechaza estos actos, que atemorizan y desestabilizan la tranquilidad de esta querida ciudad capital, caracterizada por ser un remanso de paz".
Como promotora de "el diálogo, la reconciliación y la paz", el también vicepresidente de la Conferencia episcopal de Colombia hizo un llamado a la sensatez, advirtiendo: lo "construido con esfuerzo y trabajo durante mucho tiempo, no sea destruido por quienes, desde su oscura creatividad, quieren hacer daño y lacerar el tejido social".
El comunicado identifica este suceso como un síntoma del "lamentable deterioro de nuestra sociedad" y lo plantea como una oportunidad para que la comunidad se comprometa con "el cuidado de la vida, la familia, [y] las instituciones legítimamente constituidas". De manera enfática, sentencia que "la violencia solo engendra violencia" y que "el terror y la guerra, son el mayor fracaso de la humanidad", instando a todos a aportar para avanzar hacia un proyecto común.
Frente a la coyuntura, monseñor Villa Vahos pidió prudencia a la ciudadanía, exhortando a "evitar que se promuevan hipótesis, acusaciones y señalamientos sin fundamento que sólo crean zozobra". Asimismo, manifestó su esperanza en que "las autoridades, a través de una exhaustiva investigación, puedan llegar a esclarecer los hechos y sus responsables".
El mensaje concluye con una sencilla, pero poderosa consigna, dirigida a todos los habitantes: "Tunja nos pertenece a todos. ¡Cuidemos a Tunja!", un recordatorio final de la responsabilidad compartida en la preservación de la paz y la armonía social.

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