Celebración de memoria y esperanza
Durante la celebración eucarística presidida por monseñor Luis Mariano Montemayor, nuncio apostólico en Colombia; concelebrada por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado colombiano; y acompañada por obispos del país, sacerdotes y religiosos, se oró por el descanso eterno de magistrados, servidores públicos y víctimas de estos hechos que enlutaron la nación.
Dirigiendo un mensaje de cercanía, acogida y esperanza en nombre del Santo Padre, el Nuncio exhortó a “encauzar nuestros esfuerzos para que hechos tan dolorosos y tristes nunca vuelvan a ocurrir en nuestro país”.
Como nación, agregó, “Colombia ha dado pasos gigantescos en la búsqueda de la reconciliación ciudadana y eso es grato a Dios (...) Unamos, hoy, nuestras plegarias para invocar el don de la perseverancia en el empeño de asegurar la vida, la paz y la justicia para todos”.
Retomando el Evangelio de Mateo, en el que se presenta la escena del juicio final ante el juez supremo de toda la humanidad, y evocando las palabras del papa Francisco a unos jóvenes peregrinos durante la pandemia en el 2020, recordó que Jesús, antes de entregarnos su amor en la cruz, nos deja su última voluntad, nos dice que el bien que hagamos a uno de sus hermanos más pequeños: hambrientos, sedientos, extranjeros, pobres, enfermos, encarcelados, se lo haremos a Él. Así nos entrega el Señor la lista de los dones que desea para las bodas eternas con nosotros en el cielo. Estas son las obras de misericordia - que se nos piden- y que transforman nuestra vida en eternidad”.
Recordó, además, “que la vida es el tiempo de las decisiones firmes, fundamentales, eternas. Elecciones banales conducen a una vida banal, elecciones grandes hacen grande la vida”.
“Nosotros nos convertimos en lo que elegimos para bien o para mal”; por ello, es fundamental, “que el compromiso por seguir construyendo una comunidad en paz, con justicia y dignidad para todos los colombianos sea la tarea de quienes participamos en este encuentro de memoria y esperanza”, y de toda la nación.
Finalmente, retomando el mensaje del Santo Padre en Villavicencio, durante su visita al país en el 2017, animó a “no tener miedo de pedir y ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos”.
“Cada muerte violenta nos disminuye como personas”.
“Oremos por nuestros hermanos difuntos y pidamos a nuestra madre María nos ayude a gastar nuestra vida en un servicio de amor por nuestros hermanos más pequeños”.
Participaron en el acto litúrgico el presidente de la República; la vicepresidente; el presidente de la Corte Suprema de Justicia; magistrados de las Altas Cortes y miembros del poder judicial; familiares de las víctimas de la toma del Palacio de Justicia; autoridades civiles, religiosas y militares; e invitados especiales.
A continuación, reviva celebración eucarística:
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