Volvamos a nuestras parroquias y encontrémonos con Dios
Con el decreto 420 del 18 de marzo de 2020 el gobierno nacional prohibió aglomeraciones de más de 50 personas, con el objetivo de minimizar el contagio de COVID-19 en el país. Por esta razón, la Iglesia Católica y en específico la Arquidiócesis de Bogotá, tuvo que tomar la decisión de cerrar la puerta de todos sus templos.
Esto desató una profunda crisis tanto pastoral, como económica en la mayoría de parroquias de la Arquidiócesis. El 90% de sus ingresos provienen de las colectas, ofrendas y diezmos que las personas y los feligreses aportan. El sostenimiento de los templos en los casi tres años de pandemia, ha sido toda una odisea para los párrocos. Incluso antes de que iniciara la pandemia, la Arquidiócesis daba una mano a 70 parroquias de las 300 que tiene.
Además, diferentes obras sociales como colegios, comedores, hogares geriátricos, hogares infantiles, fundaciones de apoyo a migrantes entre otros, que se sostienen gracias a las Arquidiócesis y sus parroquias se vieron considerablemente afectadas.
Una de las fundaciones arquidiocesanas que triplico sus esfuerzos, fue el Banco de Alimentos de Bogotá. Antes de la pandemia entregaban unos 14 millones de toneladas de productos, y desde el 2020 entregaron unas 29 millones de toneladas por año. Un gran alivio para múltiples familias de bajos recursos tanto Bogotanas, como en otras ciudades del país que se vieron beneficiadas.
Por otro lado, a través de diferentes fundaciones y organizaciones, la Arquidiócesis pudo atender las necesidades de personas menos favorecidas, como la Fundación de Atención del Migrante (FAMIG), que atendieron a cientos de familias migrantes, quienes han sido beneficiadas de donaciones y atención integral. Por medio, de la Fundación Caminos de Libertad, se entregaron gracias a la solidaridad de personas, kits de aseo a los internos en los Centros penitenciarios de Bogotá. Adicionalmente, el Sistema Educativo de la Arquidiócesis de Bogotá (SEAB), continuó todo el proceso educativo desde que inició la cuarentena de forma virtual.
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Para Monseñor Rafael Cotrino, Vicario de Administración de la Arquidiócesis de Bogotá, lo peor de la pandemia ya pasó, pero aún no se ha llegado económicamente al punto del año 2019 “Bueno es verdad superamos lo más difícil, pero no hemos llegado al mismo punto del año 2019. Nosotros debemos estar entre un 25 y un 30% por debajo de los ingresos que tuvimos en el año 2019, claro mejor que el año 2020 por supuesto, pero aún los fieles no han retornado plenamente a las parroquias y las campañas que hemos hecho no han alcanzado las metas que nosotros teníamos pensado”.
Esto se debe a que las personas no han vuelto a las parroquias por varios factores “Primero porque la pandemia no ha pasado, segundo porque una parte de nuestros fieles son personas mayores adultas y por miedo no han vuelto a salir de tu casa. Y tercero muchas personas desafortunadamente se acostumbraron a la misa virtual, siendo personas que pueden perfectamente ir a nuestros templos, porque aún los templos no tienen el mismo aforo de fieles que tuvimos en el año 2019”, indicó monseñor Cotrino.
En el caso de las fundaciones y organizaciones, tuvieron grandes dificultades para solventar todos sus gastos de funcionamiento durante estos casi tres años de pandemia y hasta ahora han venido recuperándose “Bueno las fundaciones tuvieron que atravesar una gran dificultad, porque algunas de ellas sus ingresos dependían en buena parte de la rentabilidad de sus ahorros, en portafolios en los bancos y esa rentabilidad llegó a ser muy muy baja. Entonces los ingresos de las fundaciones por ese camino se disminuyeron, también, porque muchas de ellas tienen inmuebles arrendados que fueron desocupados o tuvieron que reducir el arriendo, o dejar unos meses sin cobrar. Entonces las fundaciones tuvieron un golpe bastante duro, pero han empezado a recuperarse.
Uno de los santuarios emblema de la Arquidiócesis es Monserrate, el cual tuvo una afectación muy grande debido a los cierres y cuarentenas estrictas, “Bueno Monserrate ha tenido una activación, realmente fue de los sectores que más sufrió, porque estuvo cerrado el camino y cerrado todas las actividades. Ha venido presentando una recuperación que empezó en el mes de octubre del 2021. Tuvimos una afluencia de peregrinos bastante alta en el mes de diciembre y en el mes de enero, y poco a poco se ha venido recuperando el Santuario, ya con todas las actividades abiertas, tanto en la parte pastoral, como en la parte de alimentación a los peregrinos, como la parte de transporte ya todo activado, ahí vamos mejorando pero todavía nos falta”.
El año pasado se realizaron varias actividades como la Maratón Porque la Fe es Acción y 9 días de Amor, para recaudar fondos con el objetivo de apoyar a todas las fundaciones de la Arquidiócesis “Hicimos la primera maratón donde nos propusimos una meta de mil millones de pesos, no la alcanzamos estuvimos cerca a los 800 millones. Luego, para la novena de navidad hicimos los 9 días de Amor y realmente no fue muy alta la colaboración de los fieles. Ya estamos pensando este año en las actividades que vamos a realizar, para volver a animar a los fieles para que nos sigan colaborando, porque con ese fondo realmente hemos podido ayudar a fundaciones, pero también a personas en los barrios marginados de la ciudad”.
Para finalizar monseñor Cotrino, envía una invitación a todos los fieles de volver a sus parroquias “Invito nuevamente a los fieles con todas las medidas de seguridad, que regresen a nuestros templos, para celebrar la eucaristía. No es lo mismo de manera virtual, realmente escuchar la palabra de Dios, cantar con el resto de la comunidad, comulgar, es fundamental para nuestra vida cristiana, entonces es una invitación para que con todo cuidado por supuesto, retornemos nuevamente a nuestras parroquias y a todas las actividades pastorales”.
A continuación la entrevista completa con monseñor Rafael Cotrino:
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