Un obrero en la edificación de Dios

También, destacó y dio gracias al Señor, por la unidad en esta labor, con los miembros de la vida consagrada, diáconos permanentes, seminaristas y laicos; en comunión de vida y misión, con el cardenal Rubén Salazar Gómez y sus obispos auxiliares.

Expresó que se siente sorprendido, agradecido y dispuesto a caminar y a aportar lo que esté de su parte, ante la designación que el Papa Francisco le ha hecho, para servir en el pastoreo de la Iglesia arquidiocesana.

“Hermanos sacerdotes, tengo la esperanza de ser con ustedes y con toda la comunidad eclesial, un obrero en la edificación de Dios, convencido de que, en ella, el único fundamento y la piedra angular es Jesucristo el Señor “(Ef 2,20). Manifestó.

Y antes de finalizar su mensaje al clero de Bogotá, los exhortó a esforzarse por tomar la cruz y seguir a Jesús como comunidad presbiteral, en el contexto de esta emergencia de salud, que nos corresponde vivir en el mundo entero, con sus posteriores repercusiones, en un tiempo de cambios y profundos desafíos socioculturales.

A continuación, texto completo de la carta que monseñor Luis José Rueda Aparicio dirigió al clero arquidiocesano en su nombramiento como nuevo arzobispo de la arquidiócesis de Bogotá: