Un legado de trabajo, servicio y compromiso por el respeto de la vida
Monseñor Alirio López, sacerdote destacado por su trabajo pastoral y compromiso con comunidades vulnerables, a las que acompañó en procesos de convivencia, seguridad ciudanía, resocialización, resolución de conflictos y desarme, partió al encuentro con el Señor, el 15 de junio 2021, tras luchar contra una penosa enfermedad, que lo mantuvo en delicado estado de salud por largos meses.
Defensor de los derechos humanos, amigo y guía de la juventud
Monseñor Alirio López, nació el 19 de julio de 1954 en Bogotá (Colombia). Hijo de Florentino López y Rosalía Aguilera, inicia su formación sacerdotal en el 1978, en el Seminario Conciliar de Bogotá. Recibió su ordenación sacerdotal el 22 de mayo de 1983, de manos del Cardenal Aníbal Muñoz Duque. En el 2001 recibió el título de especialista en bioética.
Su vida y ministerio estuvieron marcados por sus dos grandes pasiones: la respuesta alegre y generosa al llamado vocacional y el fútbol, deporte que, desde temprana edad, le cautivó. Con este deporte hizo varias apuestas pastorales, enfocadas en acompañar a los jóvenes, promover en ellos la sana convivencia y hacerle frente a la compleja realidad de las llamadas barras bravas que, para él, desdibujan el sentido y valor de un deporte que está hecho para el encuentro, la alegría y la unidad. Era hincha de Millonarios.
“Necesitamos entender que por encima de la camiseta están la familia, los amigos, los vecinos… Que no tengamos que llorar a nadie por la violencia (…) El fútbol es un escenario de paz, de integración, donde solamente deberían existir los tiros libres y el tiro penal”, insistía, monseñor Alirio, al ser interrogado sobre su desafiante trabajo con los hinchas de los equipos capitalinos y la juventud de comunidades vulnerables.
‘Goles en Paz’
Fue el nombre del programa insignia por la reconciliación y la sana convivencia en Bogotá, que lideró entre el 2001 y 2008, logrando la participación de más de 2.300 jóvenes, en diferentes torneos.
Foto: Guillermo Torres
Con esta iniciativa, que unió el aporte de la iglesia local a nivel pastoral y distintas acciones de la administración distrital del momento, se lograron pactos de convivencia en distintas localidades y encuentros culturales, deportivos y formativos, orientados al liderazgo, la autorregulación, la hospitalidad y la creatividad, con barras de Millonarios, Santa Fe y América.
“Este país necesita aprender a vivir la esperanza”
Manifestó en una de sus últimas intervenciones en medios de comunicación, a los que era muy cercano y a quienes, en repetidas ocasiones, pidió el desarme de la palabra, recordándoles el llamado y compromiso social a “crear puentes de caridad, de unidad, no de odios ni rivalidades”.
Este mismo llamado lo replicó, de manera insistente, a la familia, considerada núcleo vital en la formación de la persona, y a las distintas instituciones y estamentos, responsables de contribuir en el desarrollo integral de las comunidades.
Foto: Colprensa
Una pastoral dinámica y cercana
Sonriente y cálido, al tiempo que contundente y preciso en sus palabras, fue un pastor querido, que ha dejado en las distintas comunidades acompañadas un legado de trabajo, servicio y compromiso por la reconciliación, la justicia y el respeto por la vida.
Inició su servicio pastoral como Vicario Parroquial en Nuestra Señora de Egipto (1983). Durante su ministerio fue párroco en San Juan Bautista de la Salle (1985); miembro de la Comisión Ejecutora del Programa de Diaconado Permanente (1995); representante de la Arquidiócesis en el Comité Distrital de Derechos Humanos (1995); párroco en la Natividad de Nuestra Señora (1999); párroco en la Veracruz (2001); miembro del Consejo del Diaconado Permanente (2003); miembro del Consejo Presbiteral (2008); párroco en Dei Verbum (2008); suplente del señor Arzobispo en la Junta Administradora de la Fundación Hospital San Carlos (2012); representante del señor Arzobispo en la Junta Directiva de la Fundación Nuevo Mary Mount (2014); párroco en San Ambrosio (2014); suplente del representante del señor Arzobispo en la Junta Administradora de la Fundación Hospital San Carlos (2014); Arcipreste del Arciprestazgo 5.10 (2015). En el 2016, fue ratificado como Arcipreste del Arciprestazgo No. 5.10 y como suplente representante del señor Arzobispo en la Junta Directiva de la Fundación Hospital San Carlos. En el 2017, fue designado Arcipreste del Arciprestazgo 5.1 y miembro del Consejo Presbiteral en representación de la Vicaria Episcopal Territorial de San Pedro. En el 2020, fue ratificado como Arcipreste del Arciprestazgo 5.1 (2020) y nombrado párroco en San Diego.
Acompañó espacios televisivos de encuentro y formación en valores humano - cristianos. Hizo parte de la mesa principal del programa Arriba Bogotá, de City TV, y por varios años compartió con los televidentes la oración diaria o matutina.
Foto: Colprensa
Honras fúnebres
Sus honras fúnebres se realizarán el miércoles, 16 de junio 2021, en una parroquia del norte de Bogotá.
Unidos en oración, desde la Arquidiócesis de Bogotá, hacemos extensiva nuestra plegaria al dueño de la vida para que consuele y acompañe en este momento a familiares y amigos de quien ya goza de la Pascua Eterna.
En estos momentos de desolación, pero de mucha fe y esperanza, proclamamos “la resurrección y la vida” en el Señor Jesús, porque es su promesa: “el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá" (Jn 11, 25).
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