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Tres respuestas claves de monseñor Rueda en el Encuentro Arquidiocesano

11 de agosto de 2020
Encuentro
Durante el Encuentro Arquidiocesano realizado el pasado sábado el arzobispo de Bogotá respondió tres preguntas realizadas por varios laicos y un sacerdote misionero

Las preguntas fueron realizadas después de la intervención de monseñor Jaime Mancera y los obispos auxiliarles;   monseñor Luis Manuel Alí y monseñor Pedro Salamanca, explicando cada uno los rasgos espirituales de la nueva etapa del PlanE el Nuevo Ritmo: una espiritualidad misionera, de comunión (diocesana) y encarnada y samaritana.

Inició el Padre Rafael Saboya, misionero Comboniano ¿En este tiempo de confinamiento como practicar lo que dice el papá Francisco una iglesia en santidad?:

Arzobispo Luis José Rueda: Es una pregunta muy concreta y quiero responderla concretamente, pero déjenme tomar algunos elementos de la vida de la iglesia para responder. Primero la vida de Jesucristo, digámoslo así estuvo confinada en Nazaret durante 30 años, solamente después viene la vida pública propiamente lo que conocemos nosotros. La vida de la infancia, de la adolescencia, de la juventud inicial del señor Jesús, fue una obra misionera, pero fue una obra misionera allí en el hogar de Nazaret, primer punto.

Segundo estoy pensando en un gran misionero de nuestro tiempo que es el obispo Jean François Antoine, que estuvo preso en una cárcel detenido y sin embargo continuó allí viviendo su seguimiento de Cristo y su misión, estoy pensando también en tantos que en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial fueron misioneros allí, en ese escenario hostil, difícil estoy pensando en hombres y mujeres que dieron la vida por el evangelio, estando confinados pero, además estoy pensando en la vida consagrada, de la iglesia hombres y mujeres de vida contemplativa, que están allí están en un monasterio están viviendo un confinamiento por amor santificándose y cumpliendo una misión. Creo que iglesia en salida es una iglesia en todos los escenarios donde estemos, donde haya una persona que sigue los pasos de Cristo está allí anunciando y viviendo el Reino.

Continuó Zulma Narváez, quien hace parte del  equipo arquidiocesano de pastoral juvenil Puente J ¿Se nos invita a caminar juntos y vivir en comunión como hacerlo en una pandemia que nos lleva a distanciarnos?:

Arzobispo Luis José Rueda: Lo primero que quiero decir es debemos cuidarnos, tomar todas las medidas para que nuestra vida siga marchando, pero estoy pensando en la Trinidad Santa, de dónde viene la comunión el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Tres personas distintas que viven la comunión de un solo Dios verdadero, pero son distintos, de allí brota la comunión y la participación de la iglesia del pueblo de Dios, allí hunde sus raíces.

Segundo quiero citar algo que nos dijo el papa Benedicto XVI, con la sabiduría y profundidad de este hombre de iglesia, de este gran sabio de nuestro tiempo, dijo la persona que tiene fe nunca está sola, no estamos solos, una cosa es estar distanciados y otra cosa es vivir solitarios, podemos vivir la comunión estando distanciados.  Ahora puede haber personas que están amontonadas y no están en comunión, la verdadera comunión es el reconocimiento del otro, cuando reconocemos el rostro de los otros los valoramos, cuando hay esa solidaridad, cuando hay esa empatía, entonces logramos vivir la comunión.  Estamos invitados en medio de la pandemia a mantenernos distanciados y a cuidar la salud de los otros, pero ahí cuidando la salud del otro en el distanciamiento estoy viviendo una misión de comunión con los otros.  Ojala que en nuestras familias crezca la comunión, ojala que nuestras parroquias con el esfuerzo de los queridos párrocos, que de distintas maneras han creado la forma de llegar hasta las familias, crezca la comunión. Estoy convencido de que este será un tiempo donde el señor nos acompaña y nos lleva a vivir la comunión que vive el Padre el Hijo y el Espíritu.

Y terminaron Luis Pinzón, diácono permanente y su esposa María Teresa Peñalosa ¿Se nos invita a hacer sal de la tierra y luz del mundo como observó en un momento en que se pierde la esperanza con un futuro incierto y hay miedo?

Arzobispo Luis José Rueda: Empiezo con el Evangelio de mañana,  vamos a ver al señor Jesús  que está orando y despide a sus discípulos ellos van en la barca, son especialistas del mar y sin embargo tienen una noche de tormenta, de viento en contra, de angustia como estamos viviendo todos nosotros. Jesús se acerca a ellos y se les revela -Soy yo no tengan miedo-  y eso debe resonar en el corazón de todos nosotros, no tengan miedo en medio de la pandemia, el Señor va con Pedro porque él pidió ir hacia Jesús y luego los dos llegan a la barca, es ahí donde viene la calma, cuando Jesús llega con Pedro a la barca, es decir cuando ÉL se pone en el camino de nuestras tragedias, para llegar a la barca de la familia, de la ciudad, del país, de la humanidad que está herida. 

La iglesia en la ciudad se ha metido en los barrios, las parroquias son eso es iglesia en las casas, viviendo, compartiendo la vida.  Me alegra mucho ver  los colegios en el sur de la ciudad comprometidos en la educación y eso promueve al ser humano, me encanta ver el Banco de Alimentos acompañando en este momento y sirviendo de ejemplo para otros lugares del país, en el compartir solidario.  Me encanta ver en otras partes del de Colombia el cooperativismo fruto de una opción por Cristo, que lleva hasta la economía y a la política para mejorar la vida, Y me alegra mucho que queremos también ciudadanos que donde estén, van fermentando la realidad con nuestra forma de ser, con nuestro estilo, con el proyecto primero de nuestra vida y luego haciendo surgir en las 293 parroquias, 293 proyectos que van sirviendo a que seamos mas humanos, más hermanos, más fraternos, más solidarios en medio de la pandemia.

No podemos perder la esperanza el Señor nos dice - no tengan miedo soy YO el  que va en medio de la tormenta acompañándonos - por eso es tan bello este momento para que nosotros crezcamos, ensanchamos nuestro corazón y nos dispongamos a ser siervos por amor, con cariño al estilo de Jesús, quitarnos todo el ropaje, ponernos a los pies de los otros, lavarles los pies y de esa manera nuestra iglesia, es una iglesia samaritana que encuentra el que está atendido en el camino y no pasa de largo.  La peor de las pandemias sería la indiferencia, pero allá en la parábola del samaritano encontramos nuestra motivación para ver conmovernos, acercarnos ,curar las heridas y eso podemos hacerlo allá en su casa, en su parroquia, ofrézcale a su párroco, ofrézcale a su familia que alguien de su familia está necesitando su mano tierna y misericordiosa.

Si quiere revivir este momento puede encontrarlo desde  1:16:15 a 1:58:14  acá:

 

Encuentro Arquidiocesano - Conexión Virtual 2020 #NuevoRitmoPlanE
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