En su homilía del pasado domingo 13 de junio en la eucaristía transmitida por RCN, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia destacó tres puntos importantes de las parábolas del Capitulo 4 de San Marcos:
1. El ritmo del sembrador: Allí, monseñor Rueda hizo un homenaje a los campesinos de nuestro país que trabajan en los campos del país. Así mismo, subrayó que el ritmo del sembrador caracteriza por la confianza, “Confía en que llega la lluvia, confía en que ÉL prepara la tierra, confía en que la semilla no se pierde, confía en ritmo de Dios a través de los acontecimientos y la naturaleza”. Dios, envió a Jesús como sembrador, para que sembrara en nosotros el Reino de Dios “lo sembró con amor, con sabiduría, con sus signos milagrosos. Lo sembró y lo regó con sangre y lagrimas en la cruz”, indicó monseñor Rueda.
2. EL ritmo de la semilla es la esperanza: Son tres verbos que conjuga la semilla, germinar, crecer y fructificar “Eso pasa en la vida de nosotros cuando nos ponemos en las manos de Dios. El reino de Dios hay que trabajarlo todos los días, en lo cotidiano, en el diario vivir, en las cosas sencillas y pequeñas como la semilla, se encuentra a Dios”
3. El ritmo del reino de Dios: Es la presencia, es la cercanía de Dios “ÉL nos respeta, ÉL nos motiva, ÉL nos comprende, ÉL camina con nosotros, ÉL se llena de esperanza con nosotros, ÉL nos corrige, ÉL nos inspira, porque ÉL sabe que necesitamos ser corregidos e inspirados para seguir luchando y caminando. Sobre todo ÉL nos ama, a su familia, a Colombia, a niños, jóvenes, nos ama a todos y siempre esta ahí para nosotros”.
A continuación la homilía completa:
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