Se inauguró primera vicaría en la diócesis de Engativá

Se congregó para la bendición e inauguración de la Sede ubicada en Suba Tibabuyes, presididos por Monseñor Francisco Nieto. Asistieron al evento como invitados, Monseñor Germán Medina Acosta, Obispo auxiliar de Bogotá; Monseñor Héctor Julio López, Vicario de religiosos en la Diócesis de Engativá; y Monseñor Jaime Muñoz Pedroza, Obispo de Girardot. También estuvieron presentes algunos vicarios episcopales de la Arquidiócesis de Bogotá y de las Diócesis urbanas, junto al equipo de profesionales y trabajadores que hicieron parte del Proyecto.

La Vicaria Territorial de Nuestra Señora del Rosario en la Diócesis de Engativá está conformada por la zona occidental de la localidad de Suba y el Municipio de Cota. Fue creada por Monseñor Francisco Antonio Nieto Súa el 17 de noviembre de 2019, nombrando como primer Vicario al presbítero Germán Humberto Barbosa Mora. Al ser una realidad nueva dentro de la Diócesis, Monseñor Barbosa recibió el encargo de dirigir la construcción de la sede y de darle una identidad territorial a las 26 parroquias que conforman la Vicaría.

La construcción de la Sede estuvo atravesada por la Pandemia y las manifestaciones sociales del 2021 con el consecuente bloqueo de las Vías, hechos que retrasaron los tiempos de ejecución de los trabajos, encarecieron los materiales de construcción y demoraron la entrega de los mismos. Se trata de una obra que tiene un área de construcción de 2.326 M2, desarrollados en 5 niveles, más un sótano y una terraza, con una estructura aporticada, diseñada y construida bajo las normas distritales y nacionales como la NSR-10 y cumpliendo con los requisitos complementarios como sistemas de evacuación, extinción de incendios y materiales que minimizan el riesgo de accidente.

Durante el discurso de inauguración, Monseñor Barbosa indicó que la construcción de la Sede no solo era un signo del crecimiento de la vida de la Diócesis, sino, al fin y al cabo, de la misión de la Iglesia universal que tiene necesidad de hacerse presente en el tiempo y el espacio concreto de la gente. Señaló así mismo que la sede vicarial quiere ser expresión de la misericordia social que anima el Plan pastoral de la Diócesis en medio de las complejidades del territorio de Suba y Cota. La densidad poblacional de la Vicaría, es un hecho que por sí solo interpela la acción de la Diócesis de Engativá. En efecto, la localidad de Suba concentra el 14,3% de los habitantes de la Capital, siendo la de mayor ocupación entre las localidades de la Ciudad. Sin desconocer el hecho de que esta localidad se reparte entre la Arquidiócesis de Bogotá y la Diócesis de Engativá, hay que señalar, sin embargo, que de un millón trescientos cincuenta mil habitantes que se calcula tiene la localidad en el 2023, prácticamente ochocientos mil están en el territorio de la Vicaría.

De lo anterior se puede deducir que las 22 parroquias que conforman el sector urbano de la Vicaría cuentan con un promedio de 36 mil habitantes cada una. Este alto índice de ocupación se explica por la presencia de numerosos inquilinatos, el aumento de migración en la zona y una taza de natalidad por encima de la media distrital que inclina la balanza hacia la consolidación de una población mayoritariamente joven. El Municipio de Cota, por su parte, cuenta con un poco más de 39,000 habitantes, lo que hace que las 4 parroquias que se ubican dentro del territorio rural de la Vicaría alcancen, cada una, un promedio de 9,700 habitantes. Los sacerdotes presentes en la Vicaría suman un total de 43: 24 de ellos incardinados a la Diócesis y 19 de ellos entre religiosos y pertenecientes a otras Diócesis. El territorio cuenta, además, con la presencia de 3 comunidades religiosas masculinas: los Agustinos Recoletos, los Misioneros de la Divina Redención y los Terciarios Capuchinos; y 8 Comunidades Religiosas Femeninas: las Monjas Concepcionistas; las Agustinas Recoletas, las Hermanas de Jesús y María, las Hermanas Nazarenas de la Santísima Trinidad, las Hermanas de los pobres del Padre Vicente Morinello, las Carmelitas Misioneras, las Siervas de San José y las hermanas Franciscanas del Niño Jesús.

Dentro del territorio de la Vicaría se ubican también dos parques cementerio vía Bogotá - Siberia que desarrollan una intensa actividad pastoral y el Seminario San Lorenzo de Cota, Centro de espiritualidad y de Pastoral Vocacional. El territorio de la Vicaría está marcado, además, por importantes lugares emblemáticos en torno a la geografía, grupos indígenas y el desarrollo urbanístico, algunos de los cuales pudieron ser presentados mediante la exposición fotográfica que se realizó con ocasión de la inauguración de la Sede. Durante la realización del evento, Monseñor Barbosa hizo alusión a dichos desafíos sociales, pastorales y eclesiales, sin dejar de señalar que la primera acción de un Vicario episcopal tiene que ser la cercanía a los hermanos sacerdotes en el respeto a cada uno y el reconocimiento de sus carismas, y en ayuda al discernimiento que debe realizar el obispo frente al gobierno de la Diócesis. Aprovechando la presencia de los Obispos y sacerdotes invitados, el evento fue una ocasión especial para evocar el común origen de las Diócesis urbanas y expresar la necesidad de buscar formas que permitan integrar la acción pastoral de la Iglesia en la Ciudad, sin perder la identidad y los procesos particulares de cada Diócesis.

La jornada también se destacó por la Conferencia realizada por parte de Monseñor Alejandro Díaz, Vicario Episcopal Territorial de la Zona de San Pablo, sobre “El sentido, el alcance y las prioridades de la Vicaría Territorial”. El sentido fue presentado en razón de las limitaciones humanas y la exigencia de evangelización. El alcance en razón de la voluntas et mens episcopii y el territorio mismo. Finalmente, como prioridades se señalaron tres: la persona del sacerdote y los agentes comprometidos en la misión; la sinodalidad que requiere de un diálogo pastoral como condición de posibilidad para la misión en escucha atenta al Espíritu, y la subsidariedad que reclama un equilibrio entre la ayuda de la Vicaría como instancia mayor y la autonomía de las parroquias para evitar tanto la ingerencia indebida de la primera como el acomodamiento pastoral de las comunidades.

Mediante la exposición fotográfica que se llevó a cabo durante el recorrido por los distintos espacios del edificio, se pudieron apreciar detalles de la construcción, algunas imágenes representativas de la cultura y de la geografía de Suba y Cota, y cuadros dedicados a las obras sociales de la Iglesia y a la historia de las parroquias. La jornada que terminó con el almuerzo fue vivida como una expresión de comunión entre los sacerdotes, las religiosas y los laicos presentes en el evento y para el caso de Engativá marcó un impulso hacia la proyección de las tres vicarías territoriales sobre las cuales Monseñor Francisco ha querido estructurar el andamiaje de la Diócesis: La Vicaría de Nuestra Señora del Rosario, la Vicaría de San Francisco y la Vicaría de la Sagrada Eucaristía (estas últimas propiamente dentro de la localidad de Engativá).