Semana del SEAB 2025: una comunidad educativa que siembra esperanza y construye paz

Con el propósito de fortalecer la experiencia de fe y promover el crecimiento espiritual de estudiantes, docentes y familias, el Sistema Educativo de la Arquidiócesis de Bogotá (SEAB) inició la Semana SEAB 2025, un espacio en el que la comunidad educativa vivió la alegría del Evangelio a través de la cultura, el deporte, la reflexión y el arte.

El objetivo central de esta semana es incidir en la forma de ser y actuar de cada miembro de la comunidad, inspirando un compromiso que trasciende la vida escolar y se refleja en la familia y en la sociedad.

Una semana dedicada a la fe y a la paz

Durante la jornada inaugural, monseñor Ricardo Pulido, director general del SEAB, dirigió un mensaje especial a los estudiantes:

“Hoy nos reúne esta semana del SEAB, donde sembramos esperanza, y queremos dedicar este día a la fe, porque quien tiene fe cree en Dios, y Dios es amor. Y quien cree en el amor cree en las personas. Y cuando creemos en las personas podemos construir un mundo mejor, y cuando construimos un mundo mejor, se da la paz”.

Monseñor destacó que cada actividad académica, artística, deportiva y espiritual que realizan los niños y jóvenes del SEAB es un signo concreto de paz, motivo por el cual fueron celebrados y premiados en esta semana de encuentro y fraternidad.

Signos vivos de esperanza

La Semana del SEAB  irá del 8 al 13 de septiembre con diferentes actividades como muestras de danza, teatro, deporte, presentaciones culturales y espacios de reflexión sobre la fe, la convivencia y los valores humanos y cristianos. También se resaltará la participación de los estudiantes en experiencias arquidiocesanas como el Jubileo de la Juventud y el próximo Jubileo de los Niños, que fortalecen la dimensión espiritual y comunitaria de la educación católica.

“El mundo no se construye con peleas, envidias u odios, sino con paz. Por eso les pido que lleven a sus casas y colegios un abrazo de paz, porque la paz se construye con gestos sencillos y con la alegría de hacer el bien a los demás”, concluyó monseñor Pulido.

Con esta celebración, el SEAB reafirmó su compromiso de educar para la vida, la fe y la paz, recordando que la escuela católica no solo forma académicamente, sino que también siembra semillas de esperanza en el corazón de la ciudad.