Reestructuración de los territorios vicariales

La arquidiócesis de Bogotá, en su empeño permanente por un servir mejor y más cercanamente a sus fieles, ha reestructurado los territorios vicariales del centro y…
El pasado martes, en la Asamblea General del Presbiterio, monseñor Julio Solórzano, vicario episcopal territorial de la Inmaculada Concepción, explicó las razones y los resultados de esta reestructuración de los territorios vicariales.
En los últimos años la arquidiócesis de Bogotá se ha remozado creando parroquias a lo largo y ancho de su territorio, ha creado también nuevas divisiones administrativas y pastorales, como son las vicarías de Padre Misericordioso, al nororiente y San Pablo Apóstol y Santa Isabel de Hungría, al sur.
Estas dos últimas vicarías tomaron territorio y parroquias, mayoritariamente, de la vicaría del Espíritu Santo, quedando esta con apenas 23 parroquias, mientras la vicaría de la Inmaculada Concepción tenía 54 y San José 46.
Por las consideraciones anteriores, buscando propiciar una mayor eficacia en lo pastoral, equidad en lo administrativo y cercanía con los fieles, se decidió que se debía agrandar el territorio vicarial de Espíritu Santo.
De San José pasaron las parroquias Jesucristo Luz del Mundo y San Javier; de la Inmaculada Concepción de tomaron nueve: Nuestra Señora de Belén, San Marcos, Nuestra Señora de las Cruces, Nuestra Señora de los Dolores, Santa Helena, Sagrado Corazón-Voto Nacional-, Hospital San José, San Roque y San Alberto Hurtado.
Monseñor Julio Solórzano explicó estos movimientos en El Catolicismo:
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