Profesionales y enamoradas del Divino Infante

La comunidad de las hijas “Misioneras del amor del Divino Infante de Praga” nació hace 10 años en la parroquia Niño Jesús de Praga – Cantalejo, que pertenece a la…
La parroquia inició obras sociales y los laicos se hicieron presentes para ayudar; dos mujeres solteras profesionales se unieron a la causa y nacieron allí las primeras vocaciones.
Sandra Flórez Bohórquez, abogada de profesión, con una maestría en derecho canónico de la Universidad Javeriana; y Catalina María Padilla Cordero, restauradora de obras de arte, egresada de la Universidad Externado de Colombia fueron las pioneras, las que pusieron al servicio de Dios sus carreras profesionales y se consagraron como las primeras religiosas de esta comunidad.
El carisma de las hijas misioneras del amor del Divino Infante de Praga es potenciar, recuperar y preservar la dignidad de hijos de Dios, desde la concepción hasta su retorno al Padre, por medio del amor y la ternura del Divino Infante de Praga, asumiendo en sus vidas las características del amor del Niño Jesús: confianza, humildad y abandono.
Esta comunidad se define como una asociación privada de fieles, conformada por laicos y también con hermanas consagradas, que en la actualidad ya son 42, con diferentes carreras universitarias como abogadas, economistas, comunicadoras sociales, administradoras de empresas, odontólogas, psicólogas, enfermeras, ingenieras de sistemas, entre otras.
A continuación entrevista con la madre superiora de la comunidad; Catalina María Padilla Cordero, restauradora de obras de arte:
Recuperar la dignidad en todas las áreas del ser humano
La mayoría de estas religiosas son nacidas en Bogotá o en el centro del país. Con los talentos de su profesión son ubicadas para desarrollar y prestar servicio en las tres obras apostólicas que tienen: el Centro de Apoyo Escolar Niño Jesús de Praga, la administración de la Fundación Buenos Aires y la casa de San José, donde opera un comedor para niños y adultos mayores.
El Centro de apoyo Escolar está ubicado en el barrio Nueva Zelandia en la Localidad de Suba, inició labores hace más de tres años, ahora se educan bajo el sistema de homeschooling 44 niños, desde kínder hasta el grado 11, quienes por medio de una plataforma educativa virtual y presencial, se forman académicamente y, por otra parte, reciben enseñanzas en valores cristianos y conocimiento de Dios. Quien lidera esta obra es la hermana Patricia Barreneche, comunicadora social-periodista.
Fundación Niño Jesús de Praga ubicada en Bogotá en la calle 180 con 54, inició labores en este sitio hace 6 años, ya que antes funcionaba directamente en la parroquia Niño Jesús de Praga. Se atiende en salud y un comedor comunitario para 50 niños, adultos mayores y habitantes de calle. Se hace refuerzo escolar en horas de la tarde para niños del sector y funciona una escuela de capacitación católica, también un ropero. Quien lidera esta obra es la hermana Gladys Pérez, ingeniera de sistemas, quien también es formadora de postulantes de la comunidad.
Fundación Buenos Aires, aquí la comunidad tiene a cargo la administración de esta obra social, en territorio de la diócesis de Soacha, pero que la cobija la vicaría de San Pedro de la arquidiócesis de Bogotá y opera bajo la dirección de la parroquia Dei Verbum. Se atienden alrededor de 200 almuerzos diarios para niños, adolescentes en embarazo y adultos mayores. También se brindan refuerzos en tareas escolares y diferentes cursos de capacitación como en el área de sistemas e idiomas. La superiora, quien dirije la administración de esta fundación, es la hermana Clara Garavito, restauradora dental.
A continuación entrevistas con las superioras que se encuentran en cada una de las obras sociales que cobija esta comunidad:
La Comunidad de las hijas Misioneras del amor Divino Infante de Praga se ha ido expandiendo por varias diócesis del país, ya se encuentra en la diócesis de Buga, en Tuluá, donde tienen una fundación llamada “La Medalla Milagrosa” en la que atienden niños con necesidades específicas y opera también un colegio.
En la arquidiócesis de Manizales, en Aguadas, Caldas, atienden una casa de acción social para adultos mayores, habitantes de calle y una escuela de artes y oficios. En la diócesis de Chiquinquirá, en Villa de Leyva, está la casa del noviciado y, en la diócesis de Zipaquirá, se tiene un proyecto para cosntruir un comedor para niños.
“Viviendo en el corazón del Divino Infante, siendo como niños”, es lo que identifica a estas hermanas enamoradas de la espiritualidad del Divino Infante de Praga. Felices de su servicio, de su profesión y por supuesto de poder, a través de sus carismas, devolver la dignidad perdida de tantas personas que necesitan recuperarla.
A continuación, Galeria fotográfica de la comunidad:
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