Misión sacerdotal, don de Dios
Y el Consejo Episcopal de la arquidiócesis de Bogotá, rindieron un homenaje de agradecimiento a monseñor Jorge Alberto Ayala López, por su trabajo ministerial, testimonio de vida sacerdotal, generosidad y capacidad misionera al servicio de esta Iglesia particular, en el momento en que se convierte en sacerdote emérito.
Este merecido reconocimiento se ofreció al terminar su labor como párroco, el pasado 31 de enero en la parroquia Dei Verbum, que atiende pastoralmente a los barrios Puente Largo, Ilarco, Rincón de los Andes y parte de Pasadena, en la localidad de Suba, al norte de la ciudad. Tarea ministerial encomendada por el señor cardenal Rubén Salazar Gómez, desde el 26 de septiembre del año 2015.
Monseñor Ayala, en esta parroquia, se destacó por ser un presbítero que caminó con su comunidad; acompañó, aconsejó, trabajó fuerte y se comprometió en su labor como padre y pastor para todos: los lejanos y los cercanos, los indiferentes y comprometidos, las familias, los jóvenes y los niños.
“La tarea actual de la Iglesia consiste en ‘salir’ para anunciar la Buena Noticia de la Salvación, para construir la ‘comunidad’ haciendo de la parroquia una familia donde quepan todos y donde se ‘fomentan’ y crecen los valores del evangelio de Jesucristo, Buen Pastor”. Fueron algunas de las palabras de monseñor Ayala en su posesión como párroco en Dei Verbum.
Palabras que se cumplieron, una a una. Se podría afirmar que aún mucho más, dejaron huella. Logró consolidar una comunidad fraterna, formada, colaboradora, estudiosa de la Palabra de Dios y, lo más importante, ejemplo de vida, de hermandad, servicio, unión y respeto.
Caminar que dejó huella
Como párroco en Dei Verbum, monseñor Ayala, realizó un trabajo pastoral vivo, compacto, comprometido en seguir expandiendo el Reino de Dios aquí en la tierra; con los retiros espirituales Emaús, tanto de hombres como mujeres, la pastoral familiar, la de la salud, talleres de oración y vida, también preparando y conformando grupos como los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión y de la Palabra.
Comunidades de vida y oración como la legión de María, ESPAC, asociación de la Virgen de Schoenstatt, costurero del Niño Jesús, catequistas, iniciación cristiana, grupo de autocuidado del adulto mayor (Cafam), Escuela de Animadores de la Evangelización-ESAE y grupo de Biblia. Además, un trabajo unido y de participación por parte de tres comunidades religiosas que pertenecen a esta parroquia: las Hermanitas de los Pobres de San Pedro Claver, las Hermanas de la Comunidad de los Laicos Eucarísticos Marianos y la comunidad de los padres Asuncionistas.
Así mismo la acción pastoral social representada en la Fundación Buenos Aires, obra en favor de los pobres y más necesitados. La parroquia Dei Verbum desde hace más de una década abrió y organizó, en la vecina población de Soacha, esta fundación. Hoy cuenta con una edificación de tres pisos donde se ofrece almuerzos a más de 100 niños entre los 4 y 14 años, adultos mayores, madres gestantes y pequeños con discapacidad. Centro social, que ayudó a su continuidad y mejoras de estructura, monseñor Jorge Alberto, animando a la comunidad, no solo a colaborar con donaciones en mercados, ropa en buen estado y en dinero en efectivo, sino también a involucrarse y hacer vivo el Evangelio en realidades como estas, en nuestra ciudad región.
Celebración de Bodas de Plata de la parroquia
Como una fecha especial y memorable, a monseñor Ayala le correspondió la conmemoración de los 25 años, bodas de plata, de la creación de la parroquia Dei Verbum. El domingo 10 de noviembre del año 2019, se realizó una celebración especial con la visita del cardenal Rubén Salazar, en ese entonces arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, acompañado de varios de los párrocos que tuvieron encargo pastoral en esta Iglesia años anteriores.
Cabe destacar, que dentro del marco de esta celebración de las Bodas de Plata, se llevó a cabo una reestructuración y mejora del templo. Y, en su parte interna, se renovó la vida espiritual de los feligreses, ya que se llevaron a cabo jornadas de formación en la Palabra de Dios, de oración, vigilias y una programación cultural alterna.
Gestor y pastor con olor a oveja
Monseñor Jorge Alberto Ayala cumple 75 años de vida el próximo 1 de abril de 2021. Se formó en el Seminario Menor y en el Mayor de la arquidiócesis de Bogotá. Es licenciado en Teología Espiritual de la Universidad Gregoriana de Roma. Fue ordenado sacerdote para la arquidiócesis de Bogotá el 29 de noviembre de 1972, por el cardenal Aníbal Muñoz Duque. Y ratificado dos veces como miembro de la comisión de formación permanente del clero arquidiocesano. Muchos de los sacerdotes de esta Iglesia recibieron las enseñanzas de monseñor, fueron sus alumnos, lo recuerdan con admiración y aprecio.
Dentro de otros cargos pastorales desempeñados están arcipreste en varias ocasiones y reelegido. Nombrado Canónigo del capítulo Catedral desde el año 2012 y Canónigo Penitenciario del capítulo Catedral 2013. Miembro del consejo presbiteral. Párroco en la catedral de Bogotá – San Pedro. Párroco en san Luis Beltrán. Párroco en san José de Calasanz. Párroco en Fosca, Cundinamarca. Asesor arquidiocesano del Movimiento Familiar Cristiano. Miembro de la comisión de retiros espirituales del clero. Vicario parroquial en San Pablo, entre otros.
“Todos damos algo de amor, porque dando se recibe, dando es como se logran grandes metas. Ese será nuestro mejor testimonio. La misión sacerdotal, don de Dios, es mi vida y, por eso ocupa la totalidad de mi tiempo, que lo entrego todo, por ver instaurado el Reino de Dios en todos, sin excepción”, afirma monseñor Ayala.
Lo dijo y Dios le concedió tiempo y sabiduría para lograrlo. Monseñor Jorge Alberto Ayala López: Infinitas ¡Gracias!
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