Misa Crismal 2021, fortaleza y renovación
Este sábado 27 de marzo a las 10:00 de la mañana, presidida por el arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia monseñor Luis José Rueda Aparicio.
La misa Crismal de la arquidiócesis de Bogotá, se celebró en medio de la pandemia generada por el COVID-19, por esta razón, asistieron solo 70 sacerdotes, entre ellos, el secretario de la nunciatura apostólica en Colombia monseñor Giovanni Bicchierri, el cardenal Rubén Salazar Gómez, monseñor José Octavio Ruiz Arenas, arzobispo emérito de Villavicencio, los obispos auxiliares de la arquidiócesis de Bogotá, monseñor Pedro Salamanca y monseñor Luis Manuel Alí. El Consejo Episcopal en pleno, arciprestes, diáconos permanentes y seminaristas.
En esta celebración lo sacerdotes renovaron sus compromisos sacerdotales y el arzobispo bendijo el santo crisma y los demás óleos usados en los sacramentos. Esta ceremonia manifiesta la plenitud sacerdotal del obispo y la unión con el clero y el pueblo de Dios. La misa Crismal abre la puerta a la Semana Mayor.
Durante la homilía el señor arzobispo monseñor Rueda recordó que el rito de consagración del Santo Crisma y la bendición de los óleos son destinados a la celebración de los sacramentos del Bautismo, la Confirmación, la unción de los enfermos y el orden sacerdotal, siendo estos torrentes de la gracia de Dios y presencia activa del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia.
Sacerdotes misioneros, artesanos del bien
Así mismo, la renovación de las promesas sacerdotales exige y da la oportunidad de la docilidad al Espíritu Santo, la adhesión a la persona de Jesucristo y servicio misionero en la misericordia del Padre. Renovar el ministerio sacerdotal, fue la invitación que hizo el arzobispo, en medio de los desafiantes cambios, del pluralismo, de los conflictos sociales que se vive en el país y en la ciudad capital.
“Los sacerdotes somos enviados para anunciar el evangelio de la vida, en medio de una pandemia que nos hace sentir vestidos de luto; somos ungidos y revestidos en Cristo, tenemos la misión de llegar a nuestras comunidades para cambiar su traje de luto en perfume de fiesta, estamos fortalecidos y elegidos para llevar el buen olor de Cristo, con nuestro testimonio cotidiano y con un ritmo de vida espiritual que, nos permita caminar con los hermanos en el retorno a la casa del padre, donde nos espera la fiesta del perdón, de la dignidad, de la reconciliación, del abrazo de la misericordia”.
“Los sacerdotes nos unimos con la Liturgia de la Iglesia, para irrumpir con cánticos de alabanza en medio del abatimiento y de la soledad de las familias.
El Sacramento del orden nos da la fortaleza para coronar la vida de nuestro pueblo como pueblo sacerdotal, para llevar el perfume de la alegría de Dios nuestro salvador, y para cantar un cántico de Sión, aunque la pandemia nos haga sentir en el exilio”. Manifestó monseñor Rueda Aparicio durante su homilía.
A continuación homilía completa misa Crismal arquidiócesis de Bogotá, marzo 27 de 2021:
Fuente Disminuir
Fuente