Me siento feliz y acogido por esta esta comunidad
El padre Jean Beauduis Joseph, pertenece a la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada fundada en 1816 por Eugenio de Mazenod, de nacionalidad francesa. Nació en Ouanaminthe, Haiti, el 26 de mayo de 1980, en el hogar conformado por Francisque Joseph y Véronique Charles. Sintió el llamado de Dios cuando culminó sus estudios secundarios “He sentido el llamado para ser sacerdote en el año 2000 cuando ya he terminado el bachillerato y después de haber recibido una formación como aspirante en mi parroquia de nacimiento, y desde ahí toque la puerta de la Congregación de los Misioneros Oblatos.
Ingresó a la comunidad de los Oblatos en el año 2000 (Haití) e hizo su primera profesión de los votos de religión el 8 de septiembre de 2002. Realizó su filosofía en el "Seminario Mayor Notre-Dame" de Cazeau, (Haiti) (2002-2004), su teología en el Instituto de Formación Teológica Intercongregacional de México (IFTIM)). Y fue ordenado sacerdote el 15 de octubre de 2009 por el Obispo Hubert Constant, en Puerto-Príncipe (Haiti).
Posteriormente, fue nombrado vicario en la parroquia San Marcos en Malagana (Colombia) en los años (2010-2011) y (2013-2018). Y el 29 de junio de 2018 es nombrado párroco en la San Dionisio de la Arquidiócesis de Bogotá.
Experiencia en Bogotá
La parroquia San Dionisio, fue erigida el 22 de abril de 2014. según decreto Arzobispal No. 652 del 22 de abril de 2014, por el entonces arzobispo de Bogotá el señor cardenal Rubén Salazar Gómez. Hace parte de la Vicaría Episcopal Territorial de San José, incluyendo los barrios Atenas, El Angulo, y La Colmena, en el sur de Bogotá.
Su primer párroco fue el padre Mario Pinzón Olejua, quien estuvo cuatro años como su pastor. En 2018 es nombrado el padre Jean Beauduis Joseph, quien se encuentra actualmente como párroco. “Me siento feliz y realizado en el ejercicio de mi ministerio sacerdotal. Me siento muy bien en la misión y sobre todo en este barrio que Dios pone en mis manos, que también la Arquidiócesis confía en mis manos como sacerdote al dejarme esta porción del pueblo, a esta comunidad muy humilde, que también me ha acogido con una alegría inmensa”.
Estos años de pandemia para el padre Joseph, han sido de grandes desafíos pastorales. De esta manera, luego de una reunión con su comunidad decide celebrar la eucaristía en la terraza de su parroquia “Empecé a replantear la pastoral, pero teniendo en mente la misma chispa de una iglesia en salida. Entonces hemos tomado la decisión de celebrar la santa eucaristía en la terraza con todos los vecinos, los músicos estaban ahí en frente en la casa en un balcón, para animar la eucaristía, y también empezamos a realizar transmisiones por Facebook. Eso para mí fue una experiencia espectacular, una experiencia que también me identifico mucho como sacerdote como misionero”.
Por último, nos hace una invitación de volver a nuestros templos “Me gusta mucho cuando en la Arquidiócesis se está hablando de este espíritu evangelizador, el cual tenemos que promover. Por eso, invito a todos a que regresemos a nuestra casa, nuestro templo y que podamos juntos fortalecer nuestra fe y seguir sirviendo a nuestra comunidad y gracias a todos por sus oraciones”.
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