Más de 600 consagrados agradecieron el don de su vocación
Alegría, compartir fraterno y deseo de continuar aportando en la construcción de una Iglesia en comunión, participación y misión, marcaron el encuentro arquidiocesano de Vida Consagrada, realizado el 4 de febrero, en el colegio Nuestra Señora del Pilar, localidad de Chapinero, en el norte de Bogotá.
Vida Consagrada, ¡Levántate! ¡Caminemos Juntos!, fue el lema de la jornada en la que se destacó el rol de los religiosos, religiosas, de los miembros de Institutos de Vida Consagrada y de Sociedades de Vida Apostólica, en la dinámica pastoral y evangelizadora de la Arquidiócesis de Bogotá.
“Sean valientes de corazón” y no pierdan la alegría
Fueron dos de los llamados hechos a estos hombres y mujeres quienes, dando un sí generoso al Señor, sirven a la Iglesia y a las comunidades, buscando llevar la fe y testimonio que necesita el mundo, “que necesita esta única historia, la historia de salvación”.
“Pido al Señor por cada uno de ustedes (…) necesitamos hombres y mujeres valientes, sembradores de esperanza”, señaló monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, al tiempo que recordó el momento especial que vive la Iglesia universal y que acoge esta Iglesia particular de <<caminar juntos>>, de vivir un camino de discipulado misionero”.
En esta línea, monseñor Daniel Arturo Delgado Guana, vicario episcopal para la comunión y participación, animó a la Vida Consagrada a apoyarse en el servicio, “valorando, reconociendo y comprendiendo lo que somos y lo que hacemos (…) desde una experiencia de fraternidad, que nos debe caracterizar”.
“La Iglesia sin ustedes no sería. Los laicos, los consagrados, los ordenados sacerdotes, todos somos fundamentales en la Iglesia, somos pueblo de Dios, nos necesitamos todos”. agregó.
“La vida consagrada está en corazón de la Iglesia”
Se repitió de manera insistente, en tono de gratitud e invitación al trabajo articulado, durante el encuentro en el que, también, se presentaron las cuatro decisiones que orientarán el itinerario pastoral arquidiocesano en los próximos años:
- Cultivar la espiritualidad sinodal
- Formar a todos los miembros del pueblo de Dios como discípulos misioneros y ciudadanos
- Contribuir al desarrollo humano integral
- Salir al encuentro de los niños, adolescentes y jóvenes
“El mundo necesita alegría”
Con una puesta en escena inspirada en terapia clown – terapia de la risa- la religiosa Blanca Cely, perteneciente a la Orden de la Compañía de María Nuestra Señora - Hermanas de la Enseñanza, recordó que la novedad y la alegría del Evangelio debe siempre brotar en la vida, servicio y testimonio de los consagrados”.
“Ésta es la belleza de la consagración: es la alegría de llevar a todos la consolación de Dios… Estamos llamados a testimoniar la alegría que proviene de la certeza de sentirnos amados y de la confianza de ser salvados” (Papa Francisco).
Finalmente, la religiosa afirmó que, como consagrados, “en un mundo de polarizaciones e individualismo, la comunión es el mayor testimonio que podemos dar”.
Un dato: Actualmente, en la Arquidiócesis de Bogotá hay 126 congregaciones femeninas; 54 comunidades masculinas; 7 institutos seculares; 21 asociaciones de vida apostólica; 3 asociaciones de fieles que están en proceso de constituirse. Son 211 experiencias carismáticas, que representan don, gracia y riqueza para esta iglesia.
También, acompañaron el encuentro, que finalizó con la santa misa, monseñor Germán Medina, obispo auxiliar y vicario episcopal de evangelización; los arciprestes para la vida consagrada; vicarios episcopales; párrocos e invitados especiales.
Reviva el encuentro - Transmisión Emisora Mariana aquí
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