Las Hijas de la Iglesia y su presencia en Colombia y el mundo

Las Hijas de la Iglesia es el nombre que expresa la identidad de cada cristiano, regenerado a la vida divina en Cristo en el seno de la Iglesia Madre. Representa para la comunidad su nombre y misión, porque han sido conquistadas por Jesús, el Hijo del Padre, y bajo la guía del Espíritu Santo se dedican enteramente a la Iglesia, haciéndola conocer y amar.
La comunidad fue fundada en Italia por la religiosa María Oliva Bonaldo en 1934. En ese año escribe los “33 foglietti (hojitas)” en los que indica las líneas de la espiritualidad de las futuras Hijas de la Iglesia. Los presenta al cardenal Adeodato Piazza, quien comprende el proyecto y hace las respectivas diligencias para que la Superiora General de las Canosianas autorice el experimento de la naciente comunidad. María Oliva, junto a cuatro jóvenes, da inicio a la “Obra” de las Hijas de la Iglesia, en la casa general de las Canosianas, en Roma, el 24 de junio de 1938.
Carisma
El nombre Hijas de la Iglesia expresa su carisma:
«Conocer, amar y testimoniar a la Iglesia; hacerla conocer y hacerla amar; orar, trabajar y sufrir por ella, a imitación de Jesús, que “amó a la Iglesia, y por Ella se sacrificó a Sí mismo».
Conocer a la Iglesia: “La Santa Iglesia no es conocida, no es amada, porque no es conocido ni amado el Amor que la ha engendrado en el dolor”.…Amar a la Iglesia como Cristo su Salvador la amó y se entregó por Ella.
Testimoniar a la Iglesia, que es un misterio de comunión trinitaria. Vivimos el “unum sint” con el espíritu de la oración sacerdotal, del cual nuestro Instituto ha sacado inspiración y vida.
Hacer conocer y amar a la Iglesia, hacerla conoscer y amar entre los vecinos, en la parroquia, en la Iglesia local, favoreciendo la formación de una conciencia eclesial.
Orar por la Iglesia: la oración con la Iglesia y por la Iglesia nos abre a la universalidad.
Trabajar por la Iglesia. Participamos en su misión para comunicar a los hermanos la riqueza de su misterio, según las expresiones programáticas de nuestra Fundadora: “Del Cuerpo Eucarístico al Cuerpo Místico”; “Contemplativas y por lo mismo apóstoles”.
Sufrir por la Iglesia, hasta el sacrificio de la salud y de la vida si Dios nos lo pide, a imitación de Jesús, que “amó a la Iglesia y por ella se sacrificó a sí mismo”
Labor en todo el mundo
Actualmente, alrededor de 400 Hijas de la Iglesia hacen presencia por el mundo. La pasión por la Iglesia y por la humanidad heredada de ella es la semilla de la que ha nacido toda la familia religiosa. Hoy, la comunidad tiene presencia en: Italia, India, Brasil, Bolivia, Ecuador y Colombia. En todos los lugares tiene varios proyectos sociales y de atención a distintas comunidades vulnerables y más necesitadas.
En nuestro país la comunidad comenzó el 15 de noviembre de 1989 y está constituida por varias comunidades presentes en distintas ciudades, principalmente en el centro-norte del País: Tunja (Boyacá), Bucaramanga (Santander); Bogotá (Cundinamarca), Marinilla (Antioquia), y San Alberto (César). En 1996, la Delegación llegó a Ecuador y está presente con dos comunidades: una en Portoviejo, en la provincia de Manabí, cerca del Océano Pacífico y la otra en Tumbaco (Quito), en la provincia de Pichincha.
La Catedral Primada de Bogotá acoge a varias religiosas de la comunidad, ellas están encargadas de la Capilla del Sagrario, que se encuentra ubicada a unos pasos de la Catedral y es una verdadera joya arquitectónica y espiritual de la ciudad. Allí la adoran al Santisimo y acompañan en la oración, consejo y orientación a los fieles.
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