No para de anunciar el Evangelio, de anunciar la presencia del Señor, de acoger nuevos hijos, no para de trabajar en la formación, de ser solícita con los pobres, no para en el fomento de los grandes valores de la humanidad, es decir, ¡estamos ahí siempre!, afirma monseñor Julio Hernando Solórzano, vicario episcopal territorial de la Vicaría Inmaculada Concepción, al referirse a los desafíos de la acción pastoral y evangelizadora en tiempo de pandemia y de múltiples complejidades sociales, ambientales, formativas y de vivencia de la fe.
El sacerdote, quien acompaña esta vicaría desde julio de 2019, enfatiza en que “toda acción evangelizadora es esperanzadora, llena de alegría, de entusiasmo, y la razón es que es presencia del Espíritu Santo. Es Dios el protagonista de nuestra tarea”.
Iniciando el nuevo año, marcado por el Sínodo, hacia una iglesia en comunión, participación y misión, y en la etapa de cierre de los nueve años del Plan de Evangelización, monseñor Solórzano comparte las proyecciones para pastoral y para la misión evangelizadora en el centro de la capital.
“Esta vicaría es muy bella y a la vez muy compleja, este es el centro de una ciudad cosmopolita como Bogotá, con todas las grandezas y potencialidades que hay en un sector como este, conjugadas con todas las tragedias e inhumanidades de zonas vulnerables: población en situación de mendicidad, prostitución, delincuencia, desplazamiento... Son barrios al oriente y occidente de la 30 y de la 6 hacía el sur, donde encontramos familias numerosas, mucha infancia y juventud, pero también, un sector industrial”.
En medio de esta realidad “hay corazones comprometidos de muchos de los nuestros”
Alrededor de 90 sacerdotes entre diocesanos y religiosos, comunidades de vida consagrada, animadores de la evangelización, movimientos apostólicos y laicos comprometidos, sirven desde distintos frentes en estas comunidades.
Proyección 2022
- El macro proyecto es de encuentro y articulación con comunidades religiosas; acompañamiento a parroquias, comunidades, vocaciones y sacerdotes eméritos.
“Queremos dar respuesta a las particularidades y a los procesos de cada parroquia, de cada comunidad, entonces vamos a estar acompañándolos: haremos visitas a las parroquias, comunidades y obras con el equipo de evangelización y de misión para conocer qué está sucediendo (…) articular esfuerzos, apoyar procesos y brindar el mejor servicio a quienes lo necesitan”.
Diseño e implementación de procesos pastorales y de evangelización con comunidades vulnerables y evangelización en el mundo del trabajo.
- Fortalecimiento de la Iniciación Cristiana, orientado a la construcción y acompañamiento de pequeñas comunidades
- Promoción vocacional: fortalecimiento de los semilleros vocacionales en los arciprestazgos. “Toda forma de vida humana es vocacionada, entonces hay que ayudar a que las familias descubran su vocación, los papás, las mamás, los maestros, los niños, los jóvenes, los adultos, los ancianos, todos tenemos vocación de Dios”.
- Acercamiento y trabajo articulado con la vida consagrada, buscando sinergias, enriquecernos con experiencias. Un modo de crecer como Iglesia. “Tenemos la propuesta de hacerlo por carismas. La vida consagrada tiene ese rasgo bellísimo del seguimiento de Jesucristo a través de un carisma predominante”.
- Fortalecimiento de la comunicación como herramienta de evangelización.
- Aprovechamiento de los aprendizajes que viene dejando la pandemia, en relación a nuevos modos de generar actividad pastoral, desde procesos auténticos, con diversas pedagogías y herramientas tecnológicas.
Manténgase al día de actividad vicarial en: https://vetinmaculada.arquibogota.org.co/
*Fotos collage: Cortesía Vicaría Inmaculada
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