Kits de aseo para internos en Bogotá
Nos invita a colaborar con las personas privadas de la libertad, y para esto lanza su campaña anual ; “kits de aseo personal, ahora más que nunca, ellos necesitan de tú solidaridad “.
En el territorio de la arquidiócesis de Bogotá, se encuentran cuatro centros penitenciarios: La cárcel Modelo, La Picota, La cárcel Distrital y El Reclusorio Femenino, El Buen Pastor. A la fecha, y en su totalidad en estos centros de reclusión, asciende el número a 17.000 detenidos, entre hombres y mujeres.
El valor de estos kits es de $15 mil pesos, que se pueden donar directamente a la fundación Caminos de Libertad, teléfonos disponibles para ampliar información y realizar los aportes; 2803391/ 2803422/2897974/2897953.
Al correo electrónico:Fredy.cardona@caminosdelibertad.org
La población carcelaria tiene múltiples problemas por su situación de reclusión, como lo es el alejamiento de su familia, la falta de autoridad frente a sus hijos, la crisis económica, sentimientos de ansiedad, complejos de culpa, depresión, baja autoestima, pérdida del sentido de la vida, pensamientos suicidas, entre otros. Sentimientos que se agudizan debido al encierro, así como la sensación de falta de apoyo y soporte tanto; emocional como familiar y socioeconómico.
Virgen de la Merced
El 24 de septiembre hay muchas cárceles donde se celebra la fiesta de su Patrona: la Virgen de la Merced. Son muchos siglos de tradición los que corroboran esta especial dedicación de los mercedarios y de la vocación de la Merced por los que sufren cautiverio. De los presos y de los esclavos nace realmente esta devoción.
Santa María de la Merced es ciertamente una invocación antigua que expresa un aspecto esencial del misterio de María. Ella evoca su presencia maternal y misericordiosa a favor de los fieles cristianos “que se hallan en peligros y ansiedad, para que, rotas las cadenas de toda opresión, alcancen la plena libertad del cuerpo y del espíritu”.
Es la Patrona de los cautivos, no solo físicos, sino también cautivos espiritualmente
Merced, en la Edad Media era sinónimo de misericordia, piedad o compasión, ejercida para con aquellos que se hallan privados de libertad y en peligro de perder su fe cristiana. “La misericordia mercedaria es efectiva y afectiva, no humilla a la persona humana, sino, por el contrario la redime y libera, la dignifica. De esta misericordia está necesitado el mundo actual”.
El padre Andrés Fernández, director de la Fundación Caminos de Libertad, quien acaba de cumplir 50 años de servicio al mundo penitenciario, hace un llamado para sensibilizar el corazón y volver nuestra mirada a quienes están detrás de las rejas, recluidos. A continuación video:
Fuente Disminuir
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