Expulsar de Colombia “el demonio del odio”
Que hay esperanza ante la realidad y los momentos que está viviendo el país”. Aseveró en su homilía de hoy, el arzobispo de Bogotá y primado de Colombia monseñor Luis José Rueda Aparicio.
“Estamos necesitados de tú misericordia Señor, Dios está con nosotros, asciende al cielo, nos muestra la meta y nos anima para que sigamos luchando”. Ya que son varias pruebas; son 80.000 mil muertos que se registran hasta la fecha en Colombia por la pandemia generada por el COVID-19, y a esto se suman muchos situaciones que roban la alegría, que oscurecen el alma, llenan de angustia, sufrimientos y preocupación que conducen al pesimismo.
Propuso el arzobispo tres claves para poder entender estos momentos que estamos viviendo: Primero, Proclamar el evangelio; todos lo podemos hacer, hombres y mujeres, todos los bautizados, los que crean y esto lo hacemos con la vida a través de: La Oración. Orar la realidad que nos conecta. Oración diaria con la vida.
Segundo, Dar testimonio; que somos movidos por Dios y el Espíritu Santo, testimonio de solidaridad, empatía, cercanía y escucha. De alegría en medio de las dificultades.
Tercero, El Servicio; todos estamos llamados a servir, cada uno debe servir en comunión, en fraternidad, sinodalidad.
Vivir la esperanza con realismo
Así mismo, monseñor Rueda refiriéndose al comunicado de los obispos de Colombia donde nos invitan a vivir la esperanza, recalca; que Cristo no se ha ido para abandonarnos, sino todo lo contrario; nos marca la ruta del amor pleno y sigue luchando con nosotros.
“No perdamos la esperanza porque si la perdemos, nos volvemos llenos de amargura, de soledad, de oscuridad. En cambio el realismo esperanzado de cada uno, nos permite estar en el sufrimiento de las calles, de las movilizaciones, de las familias, Dios está con nosotros, su presencia nos convierte en luces, en antorchas en medio de la oscuridad”. Aseveró.
Además, pidió a Dios que en medio de los signos que propone hoy el evangelio, debemos clamar al Señor que ayude a Colombia a expulsar los demonios del odio, para dar paso al amor fraterno. No debemos agredirnos, ni quitarle la vida a ningún ser humano, la violencia nos deshumaniza.
Otros signo, es hablar otras lenguas: Debemos también pedir que los diálogos, conversaciones, y negociaciones que inician en nuestro país, estén guiados por el Espíritu Santo, para poder entendernos a la luz de la verdad, de la justicia.
Y, por último, dijo el arzobispo, otro signo, otra señal de la presencia de Dios en medio de nosotros es: Curar a los enfermos, cuidarnos unos con otros. Además, cuidar y sanar otras enfermedades no solo las físicas sino las enfermedades sociales; estructurales, políticas, económicas, estas enfermedades también son sanadas, por el Señor.
Mientras estemos vivos podemos servir a la vida, a la paz, a la reconciliación, el Señor está expulsando los demonios de nuestras familias y de Colombia.
Concluyó. A continuación homilía completa del señor arzobispo y Primado de Colombia, monseñor Luis José Rueda Aparicio:
Fuente Disminuir
Fuente