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#217016

El Reino de Dios en nuestra vida

21 de julio de 2020
Eucaristía
En su homilía del pasado domingo monseñor Luis José Rueda Aparicio, invitó a todas las personas a ser pacientes y trabajar por llegar al Reino de Dios.

Durante la eucaristía del pasado domingo 19 de julio, celebrada en la Capilla del Sagrario en el centro de Bogotá y trasmitida por el Canal RCN, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá inició su homilía haciendo mención a la importancia de revisar nuestra historia  “Es importante que nosotros miremos nuestra historia, lo que pasa en nuestra vida, lo que ha pasado en nuestra patria, lo que está sucediendo en la humanidad a la luz de la palabra de dios”.

Posteriormente, continuó con la parábola del trigo y la cizaña “Hoy se nos está hablando de una parábola que muestra el trigo y la cizaña a la vez.  El trigo y la cizaña en el mismo campo ¿y el campo quién es? cada uno de nosotros, nuestra familia, el mundo entero la humanidad y si somos realistas, nos damos cuenta que el Señor Jesús nos está diciendo que en medio de la búsqueda de la santidad nos encontraremos siempre con la fragilidad con el pecado con el mal en nuestra vida”.

Así mismo, monseñor Rueda describió la paciencia de Dios “Además, nos muestra como Dios tiene paciencia con el pueblo, con usted, con su familia, con cada uno de nosotros, el Señor tiene paciencia. Van y le preguntan Señor arrancamos esa cizaña para que pueda crecer tranquilamente el trigo, solamente el trigo la semilla buena y ÉL dice no, esperen un momento que pueden arruinar también el trigo o sea el Señor sabe que hay un momento especial que hay que esperar”.

Y continuó “Dios espera que crezca el trigo y la cizaña y espera el momento preciso para poder distinguir qué es lo malo y qué lo bueno, porque Dios rechaza el pecado que hay en su familia, en su vida, en su ambiente comunitario y en la sociedad.  Lo rechaza porque Dios es el Dios del bien y ÉL no confunde el bien con el mal, rechaza el mal que hay en cada uno de nosotros, pero no nos rechaza a nosotros, ÉL no quiere la muerte del pecador ÉL quiere que el pecador se convierta y viva.

Por último, monseñor Rueda invitó a todas las personas a no desesperarse ni pretender que el Reino de Dios llegue solo hay que luchar para alcanzarlo  “Hay que trabajar, hay que orar, hay que vivir en la esperanza y hay que avanzar su familia, la humanidad entera y cada uno de nosotros estamos llamados a la santidad y debemos aportar con nuestra vida, con nuestra, inteligencia y con nuestra sabiduría. En la  vida de un santo hay un pasado marcado por el pecado herido por el pecado pero dios espero y esa persona avanzo recibió la semilla del reino la cultivo en su vida y creció en santidad”.

 

 

 

 

 

Eucaristía del día domingo 19 de julio
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