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El Oratorio de San Felipe Neri celebra los 500 años  del santo

2 de junio de 2015
El Oratorio de San Felipe Neri celebra los 500 años  del santo

Dentro de la celebración de los 500 años de san Felipe Neri ha tenido lugar en Bogotá una muy solemne celebración: la eucaristía en la catedral y el anuncio de la…

 

 

 

 

 

 

 

La  imagen con la reliquia del Santo en la Catedral.

 

Un poco de historia:

San Felipe Neri, conocido como el Apóstol de Roma, nació en Florencia, Italia, el 21 de julio de 1515 y murió el 26 de mayo de 1595 en Roma, Italia. Fundador de la Congregación del Oratorio.

 

Felipe fue hijo de Francesco y Lucrecia Neri, quien falleció cuando Felipe aún era un niño. Felipe tuvo dos hermanas menores, Caterina y Elisabetta Neri y un hermano que murió siendo aún muy niño.

 

Su padre, quien alternaba su profesión liberal con la de notario, mantenía gran amistad con los dominicos. Felipe Neri recibió muchas de sus primeras enseñanzas religiosas de los frailes dominicos del Monasterio de San Marcos de Florencia.

 

Felipe estudió humanidades y a la edad de dieciséis años fue enviado a ayudar en los negocios a un primo de su padre en San Germano, cerca de Monte Cassino. Felipe a menudo se retiraba a una pequeña capilla de la montaña que pertenecía a los benedictinos de Monte Cassino. Fue aquí donde se definió su vocación y en 1533 decidió marchar a Roma.

 

En Roma trabó amistad con Galiotto Caccia, un aduanero florentino, que le dio una habitación en su casa y la manutención a cambio de que emprendiera la educación de sus dos hijos. Mientras era tutor de los niños estudió filosofía en la Sapienza, y teología en la escuela de los agustinos y escribió la mayor parte de la poesía que compuso tanto en latín como en italiano de la que solamente algunos sonetos han perdurado.

 

Felipe se encontró en Roma con una Iglesia en donde el colegio cardenalicio era gobernado por los Médici, de suerte que muchos cardenales se comportaban más bien como príncipes seculares que como eclesiásticos. Parte del clero había caído en la indiferencia, cuando no en la corrupción y muchos sacerdotes no celebraban la Misa sino rara vez, dejaban arruinarse las iglesias y se desentendían del cuidado espiritual de los fieles. Al mismo tiempo, el pueblo romano parecía haberse alejado de la fe cristiana. La tarea de Felipe habría de consistir en reevangelizar la ciudad de Roma, por lo que un día se le llamaría el Apóstol de Roma. Felipe, aún laico, comenzó dirigiéndose a las gentes en mercados y plazas, e inició visitas a hospitales, induciendo a otros a acompañarlo.

 

Hacia 1544 estableció amistad con San Ignacio de Loyola, a quien quiso seguir como misionero en Asia, aunque finalmente desistió porque deseaba continuar con la labor iniciada en Roma, constituyendo el núcleo de lo que después se convirtió en la Hermandad del Pequeño Oratorio.

 

Aunque Felipe rezaba principalmente en la iglesia de San Eustachio, muy cerca de la casa de Caccia, fue en las catacumbas de San Sebastiano donde tuvo lugar, en 1544, el que se conoce en la tradición cristiana como milagro de su corazón (su corazón creció de tal manera que algunas costillas se quebraron).

 

Durante sus últimos años de laico Felipe extendió su apostolado. En 1548, junto con su confesor, Persiano Rosa, fundó la Confraternidad de la Santísima Trinidad, conocida como la cofradía de los pobres, para ocuparse de los peregrinos y convalecientes. Sus miembros se reunían para la comunión, la oración y otros ejercicios espirituales en la iglesia de San Salvatore in Campo, y el propio Felipe introdujo la exposición del Santísimo Sacramento una vez al mes y difundir así la devoción de las cuarenta horas (adoración Eucarística).

 

El 23 de mayo de 1551, por mandato del propio Persiano Rosa, entró en el sacerdocio, y se fue a vivir a San Girolamo della Carità (San Jerónimo de la Caridad), donde la principal regla era vivir en caridad con sus hermanos. Entre los nuevos compañeros de Felipe, estaban Persiano Rosa y Buonsignore Cacciaguerra.

 

La Hermandad del Pequeño Oratorio fue creciendo y en 1575 fue formalmente reconocida por Gregorio XIII como la Congregación del Oratorio, y se le concedió la iglesia de Santa María in Vallicella.

 

La personalidad de Felipe atrajo al cardenal Felice Peretti, quien al convertirse en el Papa Sixto V, en 1590, deseó nombrar cardenal a Felipe Neri, pero él no aceptó.

 

 

El cuerpo de san Felipe Neri se conserva en la Chiesa Nuova, bajo una copia en mosaico de una pintura de Guido Reni.

 

 

San Felipe Neri fue beatificado por Paulo V en 1615, y canonizado por Gregorio XV en 1622.

 

Imágenes de la celebración Bogotana:

 El padre superior lee el decreto del año jubilar y la Indulgencia Plenaria

 

La celebración en Bogotá

 

 

 

Ls padres del oratorio entrevistados:

 

 

El Catolicismo entrevistó al padre superior del oratorio, quien recordó que parte del legado de san Felipe es la felicidad de quien ha encontrado que su vida vale la pena si se entrega a la voluntad de Dios y que la principal obra del Oratorio en Bogotá es el colegio San Felipe Neri, que cumple 50 años educando a los futuros líderes cristianos del país.

 

 

 Homilía del señor cardenal, Rubén Salazar Gómez, en la eucaristía de la celebración jubilar

 

 

Otro entrevistado es el padre José Álvaro Castaño, quien recuerda como la comunidad construyó la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria en Ciudad Bolívar, ahora asiste a los fieles que acuden a Guadalupe en busca del sacramento de la reconciliación.

 

 

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