Campaña anual en beneficio de los internos en las cárceles de Bogotá
En el marco del día de Nuestra Señora de la Merced, patrona de la población privada de la libertad, la Arquidiócesis de Bogotá, a través de la Fundación Caminos de Libertad, reitera el llamado a la solidaridad con aquellas mujeres y hombres que se encuentran recluidos en los centros penitenciarios de la ciudad.
Bajo el lema: ¡Hoy, más que nunca, ellos necesitan de nuestra solidaridad!, invita a sumarse a la campaña anual de Kits de Aseo para los detenidos en las 4 cárceles de Bogotá: La cárcel Modelo, La Picota, La cárcel Distrital y el reclusorio femenino, El Buen Pastor. En estos centros de reclusión se encuentran más de 17.000 personas.
El valor de estos kits es de 20 mil pesos, que deben ser consignados a la Cuenta de Ahorros Bancolombia N° 2038-5682982, a nombre de la Fundación Caminos de Libertad.
Patrona de los cautivos, no solo físicos sino también espiritualmente
La Santísima Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco, en 1218, recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a auxiliar a los cautivos que eran llevados a sitios lejanos. Esta advocación mariana nace en España y se difunde por el resto del mundo.
San Pedro Nolasco, inspirado por la Santísima Virgen, funda una orden dedicada a la merced (que significa obras de misericordia). Su misión era la misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes. Muchos de los miembros de la orden canjeaban sus vidas por la de presos y esclavos. Fue apoyado por el rey Jaime el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort.
San Pedro Nolasco y sus frailes muy devotos de la Virgen María, la tomaron como patrona y guía. Su espiritualidad es fundamentada en Jesús el liberador de la humanidad y en la Santísima Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.
En 1272, tras la muerte del fundador, los frailes toman oficialmente el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos, pero son más conocidos como mercedarios. El Padre Antonio Quexal en 1406, siendo general de la Merced, dice: "María es fundamento y cabeza de nuestra orden".
Esta comunidad religiosa se ha dedicado por siglos a ayudar a los prisioneros y ha tenido mártires y santos. Sus religiosos rescataron muchísimos cautivos que estaban presos en manos de los feroces sarracenos.
Desde el año 1259 los padres Mercedarios empiezan a difundir la devoción a Nuestra Señora de la Merced (o de las Mercedes) la cual se extiende por el mundo.
Mensaje del padre Andrés Fernández Pinzón, director de la Fundación:
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