Bogotá, a los pies del Señor de Monserrate y su Santísima Madre
Al final la Eucaristía de hoy 19 de marzo, solemnidad de San José, en el Santuario de Monserrate, Bogotá y sus habitantes fueron consagrados a la protección del Señor…
El señor cardenal Rubén Salazar presidió la eucaristía en la que se consagró el pueblo bogotano al Señor de Monserrate y a Nuestra Señora. Le acompañaron los obispos de Fontibón, monseñor Juan Vicente Córdoba, de Soacha, monseñor Daniel Falla; los obispos auxiliares de la arquidiócesis de Bogotá, Pedro Salamanca y Luis Manuel Alí. También los vicarios episcopales de los ocho territorios vicariales de Bogotá.
La oración estuvo presidida por el Señor Cardenal y leída con devoción por los concelebrantes, terminada la consagración se dirigieron en procesión hasta la capilla en la que se guarda y venera la imagen de la virgen morena, la de Monserrat, que desde tiempos de la primera recoleta en el cerro, acompaña y protege a sus devotos.
El Catolicismo comparte el video y la oración, para que todos puedan hacer la consagración personal y de su familia:
Señor de Monserrate:
Te presentamos el homenaje de nuestra fe,
nuestra esperanza y nuestro amor.
Creemos en ti, Hijo de Dios y Salvador nuestro,
confiamos en tu bondad.
Venimos a tu santuario para celebrar el misterio de tu amor,
escuchar tu palabra, agradecer tu entrega por nosotros
y para presentarte y consagrarte esta porción de tu pueblo,
esta ciudad de Bogotá, en momentos de gran dificultad.
Puestos ante ti, con ánimo confiado,
como pastores, que sienten con su grey y oran por ella,
animados con las palabras del salmista te decimos:
Misericordia, Señor, misericordia, nuestra alma se refugia en ti.
Nos ponemos ante ti, Señor de Monserrate, a la sombra de tu cuerpo caído,
mientras pasa la calamidad.
Te invocamos Hijo de Dios, a ti que haces tanto por nosotros.
Envía desde el cielo tu salvación y danos la gracia de tu consuelo.
Señor de Monserrate,
Fortalece nuestra esperanza en la certeza de que estás con nosotros,
que caminas con nosotros como peregrino y Señor de la historia.
Ilumina a nuestros gobernantes para que, depuestos egoísmos e intereses personales,
busquen con sus decisiones el bien de todos, el bien de esta ciudad, el bien de la nación.
Ilumina la mente de los médicos en la atención de los enfermos,
y a los científicos dales sabiduría en la búsqueda de medios que garanticen la salud y el
bienestar de la humanidad.
Concédenos entrañas de misericordia, espíritu de solidaridad,
Actitud permanente de apertura al cuidado y protección de unos por otros,
especialmente de los más frágiles y vulnerables de la sociedad.
Señor de Monserrate,
Recibe la oración y la súplica de tu pueblo,
protégenos en este momento de calamidad, concede la salud a los enfermos,
infunde en todos nosotros espíritu de sensatez, serenidad y cordura
para no dejarnos arrastrar del miedo y la desesperanza.
Anímanos en el compromiso de trabajar unidos por una ciudad, un país, un mundo
con entrañas de misericordia, solidario, compasivo y en paz.
Te lo pedimos unidos a la oración de María santísima, madre tuya y madre de esta ciudad, que hoy ponemos a tus pies.
Amén
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