¡Vive la experiencia de ser Cielo Abierto!
A continuación El Catolicismo te invita a revivir o a descubrir si no tuviste la oportunidad de ir, del encuentro con Jesucristo a través de algunos de los mejores…
En este mes de octubre del Santo Rosario y especialmente hoy cuando publicamos este artículo queremos invitarte a que así como en Cielo Abierto nos consagramos a la Santísima Virgen María, tú también a través de este medio lo hagas, como el padre Juan Andrés nos invitó:
“Cielo abierto es una obra que Dios ha suscitado en un grupo de personas muy creyentes, católicos y un católico, un cristiano nunca deja a un lado a la buena Madre del Cielo, en cualquier lugar donde haya un Cielo Abierto siempre tendrá una imagen de la Virgen María… quiere hacerse conciencia donde está el Hijo Jesús está la Madre María Santísima, siempre se dedica un momento muy especial para consagrarnos a la Madre del Cielo, porque el amor hay que estarlo renovando…se les dio unos rosarios…un cariño presente de los benefactores promoviendo el amor a la Virgen María y la defensa de la vida…queremos ser buenos hijos…por eso consagrémonos a la Santísima Virgen María, así nuestro corazón esté cargado, vacío, sucio, limpio si te has confesado, o como esté, alegre... como esté, consagra tu corazón al corazón de María, consagramos nuestra vida y nuestras familias al corazón perfecto de María”.
Querido lector y oyente, al consagrarte a la Virgen María, te invito a orarle a María “Oración a María, acude a María y descansa en su tierno corazón…te queda María el regalo del Señor, el consuelo y refugio de amor, te queda María, el regalo del Señor, acude a María…y descansa en su tierno corazón. Te queda María, el consuelo para ti, refugio de amor…”
En este momento monseñor Jaime Mancera, Vicario de Evangelización de la arquidiócesis de Bogotá, como San Juan “que yo desaparezca para que Tu aparezcas” se une a Jesús Eucaristía y expresa en su adoración la súplica de ser sus discípulos y misioneros, de no dejarnos robar la esperanza:
“Nos has amado hasta el extremo, tú ya tomaste la decisión de entregarte por nosotros, en la cruz sellaste tu amor incondicional por nosotros, queremos reconocer tu iniciativa, nos has amado antes de que nuestros pecados te lastimaran, te has entregado a nosotros…ayúdanos a dejarnos amar por ti, para que nuestra entrega sea auténtica…te alabamos y glorificamos Señor, te pedimos que nos hagas discípulos y misioneros tuyos, que este amor sea para compartirlo, saliendo al encuentro de los que sufren, danos Señor la gracia de aprender de ti, que te podamos amar reconociéndote en nuestros hermanos…respondiendo al llamado del papa Francisco, poniéndonos a su servicio, una juventud que no ventanea su vida, que ve desde la ventana, sino que está desde la calle con los otros…sentirnos orgullosamente tus discípulos misioneros, ayúdanos para que no nos dejemos robar la esperanza, permítenos descubrir las semillas de tu resurrección, que podamos servirte donde es más oscuro y difícil, que seamos profetas de esperanza en un mundo que en medio de sus cambios sufre…ayúdanos a no dejarnos robar la esperanza, aumenta y acrecienta nuestra esperanza, en nuestras comunidades y parroquias, nos has amado y la vida vale la pena…que esta música, alabanza suene permanentemente en nuestro corazón…que resuene esta esperanza…”
Y contemplando su presencia en el Santísimo, el padre Juan Andrés nos invita a contemplarlo “…Nadie habla de lo que no conoce, nadie da de lo que no tiene…crecer en el amor a Él, ante este misterio de amor, contémplalo, adóralo, abre tu corazón…Jesús Eucaristía creo en tí, con toda la Iglesia profeso que estás presente en este sacramento de amor…” ahora canta con el “lo más grande lo más sublime Jesús Eucaristía…su Cuerpo, su Sangre, su presencia viva”.
Con este segmento Pedro González Mejía su director, a propósito del lema del Plan de Evangelización “Sal de la tierra y Luz del mundo” predica sobre la necesidad de que seamos sal y luz en nuestro diario vivir, en nuestra ciudad:
“Que baje tu gloria sobre mí, que enciendas el fuego con tu poder... Con razón nuestro pecho ardía, cuando el venía por el camino nos explicaba las escrituras, eso dijeron los discípulos de Emaús, después de tener esa experiencia con Jesús, de ver su rostro al partir el pan, con razón nuestro pecho ardía, ellos que estaban consternados y tristes que no encontraban una explicación que se habían desilusionado porque lo que esperaban no les resultaba a su manera sino a la manera de Dios.
Ellos salieron de ese lugar y regresaron con el corazón lleno de fuego, hay un anhelo de Jesús, cuánto desearía traer fuego a la tierra o más bien he venido a traer fuego a la tierra y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo, cuánto anhela Jesús que salgas ardiendo de este lugar con el fuego de su amor, un fuego tan grande que ilumine toda esta ciudad, que tú puedas regresar a tu casa a dar testimonio de que Jesús está vivo que Él se ha quedado con nosotros, que está en la Eucaristía, que no solamente sea un momento emotivo sino una experiencia real una revelación del Padre este es mi Hijo amado para que lo recibas esta noche.
Somos la sal del mundo dice el Señor, la sal de la tierra y el propósito de la sal es dar sabor entre muchas cosas, el propósito de tu vida es dar testimonio de tu fe con tus obras, el sabor de tu vida es esa esencia de que Dios ha puesto en tu corazón tus dones, tus carismas, tu mirada, tu sonrisa, el tono de tu voz; tu eres sal de la tierra no dejes que nadie te quite el sabor, no dejes que nadie te quite la dignidad, ni te pisotee, tu fuiste creado para dar sabor, tu eres luz del mundo y el propósito de la luz es iluminar en medio de la oscuridad”.
Ahora te pregunto a ti, querido lector: ¿Tu has recibido el fuego de Dios? … Si lo has recibido como Pedro nos invitó en el concierto ¿qué esperas? levanta esa luz, ese fuego, siente tu pecho arder, no la vuelvas a esconder, esa luz debe estar levantada, pidámosle al señor que esa luz brille, que seas comprometido con tu generación y anuncies la luz del mundo.
“El compromiso es que tu luz brille, si algún día titubea y se va a apagar o se debilita… ya sabes donde encender nuevamente tu corazón, El te está esperando en todos los sagrarios, horas santas, cada misa, porque cada misa es un cielo abierto, Él está ahí esperándote y cuando el sacerdote estira su mano con la hostia consagrada es Jesús que quiere estar contigo y se pone muy triste cuando no estás para recibirlo, no estés más lejos de El…¿qué es lo que está impidiendo que tu luz brille?...¡quítalo ya!... que nada impida que su luz en ti esté encendida…”
Estoy temblando de amor y el corazón se me derrite por Ti…a veces sentimos que nuestro corazón se derrite y estamos temblando de amor, de Amor por Dios, un amor que ante su majestad sentimos temor de ofenderlo, de herirlo y engañarlo; nuestro corazón tiembla cuando nos sentimos solos ante la batalla de permanecer firmes en la fe, nuestro corazón tiembla cuando el sí a nuestra vocación está tambaleando y por eso ante su Amor que es más grande y misericordioso simplemente se derrite… tiembla como cuando estás en el altar para decirle un sí definitivo ya sea como sacerdote, religiosa, consagrado o matrimonio…nuestro corazón tiembla porque sólo por su Amor que abraza nuestra miseria somos mendigos de su Corazón.
Para concluir te invitamos al momento de la adoración final donde monseñor Jaime Mancera ora por el Sínodo de las Familias, a anunciar la buena noticia sobre las familias, proponer la familia como el espacio más importante para vivir el evangelio; así mismo pide que oremos por todos los hermanos que en el Medio Oriente están sufriendo por la violencia, en Irak, Siria, África, que nuestra oración sea de esperanza…
Únete a esta oración con el Santísimo y esperamos que tu luz brille a pesar de la oscuridad, que seas su “Luz y Sal” para que nuestros hogares y ciudad viva la esperanza puesta en El que todo lo puede.
Fuente Disminuir
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