Invitado especial
Los pobres nos evangelizan
El 27 de mayo de 2016, en el desalojo que realizó la policía de la ciudad de Bogotá, en el sector del centro de la ciudad llamado el Bronx, fray Gabriel, tuvo un encuentro de corazón a corazón con Dios, esta cruda realidad le tocó las entrañas de su ser y desde ese día su vida se transformó y encontró una sola razón de sus existencia: ayudar a los más pobres, visibilizar su rostro, verlos a la cara, a los ojos, acogerlos, estrechar sus manos.
Desde ese entonces Fray Gabriel es conocido por los habitantes de calle en esta metrópoli, como Fray Ñero, así lo llaman con cariño. Comparte con ellos alimento; desayunos, un café caliente, una porción de pan, almuerzos, pero lo más importante es que dona su amor, ese amor por Dios que lo hace visible y lo plasma cuando los escucha, cuando los saluda, cuando dedica unos minutos para conocer sus historias.
“No todos llegan por las drogas. Hay más drogadictos afuera. En las calles usted puede encontrar empresarios, profesionales, artistas, músicos, profesores, amas de casa, que no consumen alucinógenos ni son criminales”, dice el sacerdote, quien no obstante reconoce que muchos sí han terminado absorbidos por las estructuras de las calles.
La fórmula es el amor
Gabriel Gutiérrez se ordenó hace 33 años como sacerdote diocesano y luego hizo votos para seguir los pasos de San Francisco de Asís, entregar su vida a los más pobres. Cumpliendo esa misión, estuvo en zonas golpeadas por la pobreza, el conflicto armado y el narcotráfico, como Guapi, en la costa Pacífica colombiana y Villavicencio y San Martín, en el Meta, luego de vincularse varios años en una misión en Mozambique, sur de África. Finalmente, en el 2015, aterrizó en Bogotá, la ciudad que lo vio nacer el 23 de agosto de 1957.
Fray Ñero, tiene 63 años de edad y en estos tiempos de COVID-19, protegido y cumpliendo los protocolos de bioseguridad, no ha dejado de salir ni un solo día a las calles bogotanas a ayudar y acompañar a quienes están en ellas; cuenta con un grupo de unas 180 personas que le colaboran, entre ellos, jóvenes, estudiantes universitarios, profesionales, y hasta familiares.
“Cada vez están apareciendo en el centro de la ciudad más y más necesitados y llegando al portón del convento para pedir alguna ayuda”. Asevera. Por esta razón, fray Gabriel y su fundación Callejeros de la Misericordia atienden a cerca de 2.000, a quienes considera “los más pobres de los pobres” y que en este momento de pandemia son tal vez los más necesitados.
Según el Censo de Población 2018, en Bogotá hay 9.538 habitantes de calle, pero esa cifra hoy puede ser el doble, de acuerdo con el religioso, quien dice que en los bajos de los puentes, caños, separadores, parques y plazoletas se han conformado cambuches, donde no solo viven habitantes de calle, sino también desplazados, migrantes, indígenas, desempleados.
Los interesados en ayudar a la obra de fray Gabriel Gutiérrez Ramírez, más conocido como ‘Fray Ñero’, pueden escribirle al correo fcallejerosdelamisericordia@gmail.com, llamar al número 313 6134468 o ingresar a la página de su fundación www.callejerosde lamisericordia.org
A continuación, fray Gabriel Gutiérrez es nuestro invitado especial:
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