Invitado especial
El Santo “Rosario”, el arma más poderosa del mundo
La Iglesia, a vivir los sacramentos y a cambiar el corazón; pero sobre todo transforma y cambia vidas, es el caso de la exmodelo y actriz colombiana, Amada Rosa Pérez. Comunicadora social, esposa y madre, nacida en Corozal, Sucre hace 45 años, y quien desde hace más15 años, renunció a la televisión comercial y al modelaje profesional, para darle un rumbo y un sentido diferente a su existencia.
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Dejó la fama, la vanidad, el reconocimiento las pasarelas, y tuvo un encuentro personal con Dios y la Virgen María, aprendió a rezar el Santo Rosario y tomó la decisión de conocer más sobre la Fe católica, la vida de los Santos, poner en práctica los sacramentos y pedir perdón por los errores del pasado.
Una devoción que tomó en serio años atrás, su vida es ahora de oración diaria; el Santo Rosario, la eucaristía, el sacramento de la reconciliación. La espiritualidad es lo más importante para Amada Rosa, la búsqueda de la Santidad y sobre todo, la formación como católica.
La oración me ayuda a sobre pasar este momento
“Cuando uno se vuelve devoto del Santo Rosario, los frutos son el cambio de vida, el luchar por limpiar el corazón siempre, perdonar, darse cuenta de enemigos del alma; como el poder, el tener, el placer. Y la vida interior, pasa a ser lo primero en la vida”. Afirma esta reconocida actriz.
Esta influencer católica recordada por su papel en la telenovela, la Costeña y el Cachaco, de RCN televisión, por estos días está sufriendo una enfermedad llamada Síndrome de Asia: Ansiedad, fatiga crónica, dolores musculares, trastorno del sueño, vértigo, sensación de quemazón, obstrucción cardiovascular, necrosis, problemas digestivos y otros 40 síntomas más y de muchos dolores físicos, ocasionados por los Biopolímeros y los implantes de silicona que colocó en su cuerpo desde hace 26 años.
Devoción que pisa y aplasta la cabeza de satanás..
Pero esto no la derrumba, es más, los dolores y deterioro de su salud física, la hacen cada vez más paciente, más fuerte, ofrece esto que está viviendo a la cruz de Jesús, lo soporta, y confía firmemente en un Dios lleno de misericordia, que le enseña a través de esta situación.
Y así fue, le recordó El Señor, que estas cirugías estéticas dañaron su cuerpo, su vida, su parte espiritual, la vanidad hizo estragos y por ende está viviendo las consecuencias. Por esta razón, en la actualidad, dedica gran parte de su tiempo a sensibilizar a las mujeres que están pensando practicarse esta cirugía, da su testimonio, habla del Síndrome de Asia, y su lucha contra lo implantes mamarios y todo lo que implica para la salud.
Amada Rosa Pérez, es un ejemplo de confianza en Dios, de esperanza, de paz, paciencia y sobre todo de reconocimiento de los errores cometidos y la lucha por seguir adelante. Testimonio completo en nuestra sección Invitada especial a continuación:
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