Cristo Resucitado: una parroquia viva en el corazón de Bogotá

La parroquia Cristo Resucitado, ubicada en el barrio La Esmeralda, fue erigida el 15 de diciembre de 1986 mediante el Decreto 166 y hace parte de la Vicaría episcopal territorial de Cristo Sacerdote. Su origen se remonta a una disgregación pastoral de la parroquia Sagrada Eucaristía de Pablo VI. Desde entonces, ha crecido en servicio y compromiso con la comunidad.
Ubicada en un punto estratégico de Bogotá, en cercanías del Centro Administrativo Nacional (CAN), esta parroquia acompaña espiritualmente a residentes del sector, funcionarios públicos, y vecinos de barrios como Rafael Núñez, con una fuerte presencia de viviendas militares.
“El barrio tiene una característica muy especial: en su mayoría está habitado por adultos mayores, muchos de ellos jubilados de las fuerzas militares. Es una comunidad que guarda mucha historia, mucha vida, mucha fe”, comentó su párroco actual el padre Gabriel Méndez, quien asumió su cargo el pasado 16 de enero de 2025.
Grupos parroquiales y vida pastoral activa
La parroquia mantiene una dinámica pastoral rica. Cuenta con:
Seis pequeñas comunidades de oración con más de 20 años de trayectoria.
Un grupo de catequistas, un grupo de oración y vida (inspirado en el Padre Ignacio Larrañaga), y una tuna parroquial para el servicio cultural.
La colaboración del colegio Calasanz, con quienes se celebran actos litúrgicos y actividades de formación espiritual.
Celebración diaria de la Eucaristía, con horarios especiales para empleados del sector público, incluyendo una misa al mediodía bajo la campaña “Tomémonos un respiro”.

El desafío de evangelizar en un mundo digital
Consciente de las nuevas formas de comunicación, el padre Gabriel emprendió una propuesta novedosa: el periódico parroquial “Cristo Resucitado”, que ya lleva cuatro ediciones impresas.
“Muchos de nuestros feligreses son adultos mayores. Viven desconectados de las redes, pero no de la fe. Por eso creamos un periódico mensual, gratuito, impreso en papel ecológico. Con secciones como el editorial, el crucigrama, la memoria agradecida y hasta una cartelera de intenciones, logramos acercarnos más a ellos”, explicó.
Este medio se ha convertido en un puente afectivo con la comunidad: “Una abuelita me dijo que ya me conocía por el periódico, aunque nunca nos habíamos visto. Eso confirma que estamos llegando con el lenguaje que ellos entienden”.

Comprometidos con la ecología integral
La parroquia, rodeada de zonas verdes y naturaleza en pleno centro de la ciudad, ha asumido el compromiso de ser una parroquia ecológica. Ya implementaron iluminación solar en el exterior y se proyecta instalarla también al interior del templo.
Además, el templo —construido en 1973— se encuentra en proceso de remodelación y modernización, especialmente en su cubierta y sistema de iluminación.
Camino hacia el futuro: jóvenes y comunidad
Con entusiasmo, el padre Gabriel anunció nuevas iniciativas:
“Queremos reactivar el grupo de jóvenes y acólitos. Ya un joven irá al Jubileo de los Jóvenes en Roma, lo que será una gran motivación para que otros se unan. La pastoral infantil y juvenil es una prioridad en nuestro crecimiento comunitario”.
Una comunidad que quiere a su párroco
“La acogida ha sido impresionante”, afirma el padre. “Una vez estuve enfermo y en minutos, varias personas de la comunidad me hicieron llegar los medicamentos que necesitaba. Me sentí profundamente querido. Es un gesto de sinodalidad y caridad que me confirma que no camino solo”.

Invitación abierta
“Esta es su casa”, dice el padre Gabriel. La parroquia está ubicada en la calle 45 #57-47, en el barrio La Esmeralda. La capilla está abierta todos los días con el Santísimo expuesto, esperando a quienes necesiten un espacio de oración, consuelo y comunidad.
“Que retornen a casa. Cristo Resucitado los espera con los brazos abiertos”.
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