Renovar nuestra identidad y compromisos de vida

En este tiempo de cuaresma, afirmo el cardenal : “Es la preparación a la Pascua, para ayudarnos a redescubrir nuestra identidad más profunda. Quiénes somos, y  como tenemos que vivir. Esta preparación es fundamental y podemos hacerlo poco a poco escuchando la  Palabra de Dios. Disposición que debemos hacer, para poder reafirmar nuestra fe, a través de las promesas bautismales en la Vigilia Pascual y el Domingo de Pascua”. 

De esta forma se nos invita  a manifestar cada uno de nosotros un deseo firme  de renunciar al pecado en nuestras vidas, a liberarnos de todo aquello que nos separa de Dios. “ Siempre es el Señor el que toma la iniciativa, el acude a nosotros y golpea permanentemente la puerta de nuestro corazón, porque todos somos pecadores, de una u otra forma.  Estamos todos en medio de enfermos, sordos, cojos, paralíticos espiritualmente, es la realidad en el mundo en que vivimos”. Aseveró el cardenal.

Tomemos nuestra camilla y sigamos caminando

Nos recordó el arzobispo de Bogotá, que en el Sacramento de la Reconciliación recibimos el perdón de nuestros pecados, sentimos una curación profunda, se transforma nuestro corazón y hace que todo lo que está muerto en nosotros retorne a la vida.

Además, el Señor nos da su Espíritu Santo que es fuente de vida, amor y alegría. “ Y, en estas circunstancias, en estos tiempos difíciles, el llamado es a que tengamos siempre puesta la confianza en Dios y seamos capaces de seguir adelante llenos de esperanza y de fuerza porque sabemos que el Señor está con nosotros, debemos ser testigos de ese amor. 

Seamos fuente de esperanza, de paz, de reconciliación y de salvación”. Concluyó el arzobispo. A continuación Sagrada Eucaristía martes 24 de marzo de 2020: