Protección de menores en la Iglesia

Los presidentes de todas las conferencias episcopales discutirán sobre las medidas que se deben tomar para garantizar la protección de los menores en la Iglesia. Desde la ventana del palacio apostólico y después del tradicional rezo del ángelus, el sumo pontífice señaló que el encuentro es un “acto de fuerte responsabilidad pastoral ante un desafío urgente actual”. “Los invito a orar por este evento, que he querido convocar” dijo. 

El encuentro tiene una trascendencia histórica pues se discutirán, entre otros aspectos, la responsabilidad que debe asumir la Iglesia por los casos denunciados, la creación de métodos efectivos para las denuncias y las garantías de transparencia en los procesos internos, según explicó uno de los miembros del comité organizador, Hans Zollner.

Además de los presidentes de las conferencias episcopales de cerca 130 países, también asistirán los superiores generales de congregaciones y grupos de víctimas. 

En el evento, las cabezas de la Iglesia tendrán tres días de trabajo y uno para realizar valoraciones. El presidente de la Conferencia Episcopal francesa, George Pontier, reconoció, en una entrevista publicada ayer por Le Journal du Dimanche´´, que ha habido una negligencia ‘sistémica’ de la institución con las víctimas de casos de pederastia cometidos por religiosos.

“Ya no se puede rechazar la culpa, decir que son los medios de comunicación o el mundo exterior los que estarían en contra de la Iglesia”, afirmó.

Sobre las posibles decisiones en el congreso del Vaticano, apuntó que podría haber una reforma del derecho canónico, empezando por la prolongación de los plazos de prescripción de estos delitos, con una reflexión sobre la posibilidad de hacerlos imprescriptibles. 
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Pontier afirmó que antes de ir al Vaticano para la cumbre sobre la pederastia se ha reunido con víctimas de abusos y recalcó que las que han seguido siendo creyentes “no esperan simplemente consignas de procedimiento, sino que quieren un acompañamiento espiritual para recuperar una paz interior y un espacio en la Iglesia”.

“Es un acto de fuerte responsabilidad pastoral ante un desafío urgente actual”

En vísperas de esta cita, el Vaticano anunció el sábado la expulsión del sacerdocio del excardenal y arzobispo emérito de Washington (EE. UU.) Theodore McCarrick, quien fue declarado culpable de abusos a menores y a adultos, con el agravante de abusos de poder, por la Congregación para la Doctrina de la Fe.

A McCarrick, de 88 años y nacido en Nueva York (EE. UU.), se le impuso la pena de la reducción al estado laical, el máximo castigo contemplado en el derecho canónico que prevé la prohibición de administrar los sacramentos, vestirse como un sacerdote y la suspensión de cualquier tipo de sueldo.

El excardenal se convierte así en la figura católica de mayor rango que recibe una condena de este tipo en los últimos tiempos. El pasado julio, un hombre aseguró al periódico estadounidense 'The New York Times' que McCarrick había abusado de él cuando era menor de edad y que la situación se había prolongado presuntamente durante dos décadas.