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Oriens: Oh Sol que naces de lo alto (Día sexto)

20 de diciembre de 2014
Oriens: Oh Sol que naces de lo alto (Día sexto)

 Oh Sol que naces de lo alto, resplandor de la luz eterna, Sol de justicia: ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

Isaías había profetizado: «El pueblo que andaba en tinieblas vio la luz de un gran día; vivían en sombras de muerte, y una luz les brilló. Multiplicaste, Señor, los motivos de júbilo, hiciste crecer la alegría. Gozan en tu presencia como gozan al recoger la cosecha, como se alegran al repartir el botín» (Isaías 9, 1-2). También: «Levántate y sonríe Jerusalén, que ya llega tu luz, y brilla en ti la gloria del Señor. Aunque cubran la tierra las tinieblas y la noche envuelva a las naciones, el Señor irradia sobre ti su luz y su gloria se revela en ti» (Isaías 60, 1-2).

 

En estos textos, las ‘tinieblas’ representan el caos, la vida sin esperanza. En esta situación de sinsentido irrumpe una luz, evocando con ello la nueva creación. La intervención salvífica de Dios se presenta como aurora, como inicio de un nuevo día.

 

En este sentido el profeta Malaquías anuncia la salvación como el acontecimiento de ser iluminados por Dios mismo: «A ustedes, los adeptos a mi Nombre, los alumbrará el sol de justicia con la salvación de sus rayos y saldrán brincando como terneros bien cebados fuera del establo» (Malaquías 3, 20). Aquí ‘sol de justicia’ es algo así como sol de salvación.

 

Al hablar de la salvación en términos de ‘iluminación’, pensamos en la salvación como abandonar una existencia vivida ‘a tientas’ para pasar a reconocer la salvación como proyecto de Dios que se está realizando en la historia de cada uno de nosotros y en la historia de nuestras comunidades. La encarnación del Hijo de Dios, Sol de justicia, ilumina la existencia de todo ser humano y lo hace libre para romper las cadenas del fatalismo capacitándolo para poder dar la vuelta a las situaciones caóticas y transformarlas en historia de salvación.

 

Expresando los motivos de su alabanza por el nacimiento de Juan Bautista, Zacarías dice:

«Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz» (Lucas 1, 78-79).

 

 

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