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La expectación del Salvador

15 de diciembre de 2014
La expectación del Salvador

Proponemos el siguiente texto de la Novena de preparación para la Navidad a partir de las antífonas de la «O», que son breves oraciones litúrgicas dirigidas a Cristo y…

 

PRESENTACIÓN

 

 

Las antífonas de la «O»

 

El término ‘antífona’ indica ‘sonido contrario’. Durante la edad Media, en los coros de los monasterios, al celebrar la Liturgia de las Horas, el principio de un nuevo salmo o himno se indicaba con este ‘sonido contrario’. Hoy en día se llama antífona a unas frases breves que se cantan o recitan antes y después de cada salmo o cántico en la Liturgia de las Horas.

Las antífonas de la «O» reciben este nombre porque cada una de ellas empieza en latín con la exclamación «O» –en castellano «¡Oh!»–. También se llaman «antífonas mayores».

Fueron compuestas entre los siglos VII y VIII, y se puede decir que son un compendio de la cristología más antigua de la Iglesia y, al mismo tiempo, un resumen expresivo de los deseos de salvación de toda la humanidad. Estas antífonas se cantan al inicio y al final del cántico evangélico Magníficat en las vísperas de la última semana de Adviento. El texto de estas antífonas, con algunos retoques, es propuesto por el leccionario de la Misa de estos mismos días como aclamación antes del evangelio.

Cada antífona empieza con la exclamación «¡Oh!» a la que sigue un título mesiánico tomado de los oráculos de las profecías Isaías; con ello tenemos una aclamación a Jesús, el Mesías, en la que se reconoce todo lo que él representa para el cristiano. Estas antífonas concluyen con la súplica «¡Ven, no tardes más!»

 

O Emmanuel = Dios con nosotros (23 de diciembre)

O Rex = Rey de paz (22 de diciembre)

O Oriens =Oriente, luz solar (21 de diciembre)

O Clavis = Llave de David (20 de diciembre)

O Radix =Raíz, renuevo de Jesé (19 de diciembre)

O Adonai = Mi Señor (18 de diciembre)

O Sapientia = Sabiduría, Palabra (17 de diciembre)

 

Al proponer estas antífonas en orden inverso (del 23 al 17 de diciembre) con las iniciales latinas de la primera palabra después de la exclamación «O», tenemos el acróstico ero cras, = ‘seré mañana’ o ‘vendré mañana’; lo que vendría a ser como la respuesta del Mesías a la súplica de sus fieles.

 

Proponemos el siguiente texto de la Novena de preparación para la Navidad a partir de las antífonas de la «O», que son breves oraciones litúrgicas dirigidas a Cristo y que condensan el espíritu del Adviento y la Navidad, expresan la admiración del ser humano ante el misterio de la encarnación: «¡Oh!», y nos pueden servir para llegar a tener una comprensión más honda del misterio de la Encarnación, esto dentro del intento de contribuir al Gran giro con el que hemos de asumir la misión de la nueva evangelización.

DÍA PRIMERO 

MARTES 16 DE DICIEMBRE DE 2014

 

Novena de preparación a la Navidad – Antífonas de la «O»

16 de diciembre

 

La expectación del Salvador

 

Nos adentramos en la cuarta semana del tiempo del Adviento, ahora la liturgia de la Iglesia nos convida a prepararnos para la celebración de la fiesta del nacimiento del Salvador, la solemnidad de la Navidad. Cada día nos reuniremos para avivar en cada uno de nosotros esta expectación del Salvador rezando la Novena de preparación para la Navidad.

¿Por qué nueve días? Esta preparación de nueve días resultó de la influencia del primitivo calendario de los romanos. Los calendarios antiguos se organizaron a partir de la rotación de la luna, es lo que se conoce como mes lunar. El inicio del mes coincidía con la luna nueva, a este día los romanos lo llamaban ‘kalendas’; cinco o siete días después de ‘kalendas’ se fijaba el día de ‘nonas’, que tenían lugar ocho días antes de luna llena, coincidiendo con el cuarto de creciente de la luna. En el día de ‘nonas’ comenzaba una cuenta regresiva hasta el día de luna llena, día de alegría y buen augurio llamado ‘idus’, probablemente inspirados en el término griego ‘aitho’ (encender).

La piedad de los cristianos encontró en las ‘nonas’ de los romanos y su particular manera de contar los días un modelo para prepararse a las fiestas, esta sería la inspiración para realizar novenas de preparación.

De manera similar nos preparamos para aquel acontecimiento que Zacarías anunció como la manifestación de la misericordia de Dios por la cual «nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz» (Lucas 1,78-79).

En el evangelio según san Marcos leemos: «Jesús se dirigió a Nazaret, su tierra, acompañado de sus discípulos. Y cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga. Muchos, al oírlo, quedaron asombrados y decían: “¿De dónde habrá sacado este hombre todo eso? ¿Quién le habrá dado tanta sabiduría y semejante poder como tiene en las manos? ¿No es este el hijo del carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros?” Y no podían creer en Él» (Marcos 6, 1-3).

El papa Benedicto XVI comenta este episodio: «Los de Nazaret tras el discurso en la sinagoga, antes que descalificar a Jesús por ser bien conocido e igual a ellos [dicen]: ‘¿De dónde saca todo eso? ¿Y esos milagros de sus manos?’ (Marcos 6, 2). También aquí la pregunta es: ‘¿De dónde?’, aunque luego la retiran haciendo referencia a su parentela. (…) «El origen de Jesús es al mismo tiempo notorio y desconocido; es aparentemente fácil dar una explicación y, sin embargo, con ella no se aclara de manera exhaustiva. En Cesarea de Filipo Jesús pregunta a sus discípulos: ‘¿Quién dice la gento que soy yo?... Y ustedes, ¿quién dice que soy yo?’ (Marcos 8 27). ¿Quién es Jesús? ¿De dónde viene?» (Joseph Ratzinger - Benedicto xvi, La infancia de Jesús, Bogotá 2012, p. 11s.).

Día a día, durante esta última semana de Adviento nos iremos preparando para acoger la presencia del ‘Emmanuel’, el Dios en medio de nosotros, y para reconocer de qué manera Él ilumina la existencia de cada uno de nosotros para guiarnos por el camino que nos conduce a la plenitud de la vida en Dios. En este empeño nos servimos de unas oraciones de la liturgia conocidas como «Antífonas de la O», siete textos que principian con la exclamación «Oh» a la que sigue un nombre con el que el profeta Isaías anunciaba la venida del Salvador. 

 

 

 

 

 

Descargue a continuación la novena de Navidad completa 

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