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La barbarie continúa: EI decapita al arqueólogo Khaled Asaad

19 de agosto de 2015

Khaled Asaad, quien fuera responsable de la Dirección General de Antigüedades y Museos de la ciudad siria de Palmira, fue degollado públicamente por miembros del estado…

Los yihadistas degollaron –como es su costumbre- con un cuchillo al arqueólogo, de 82 años quien por más de cincuenta había estudiado y cuidado los monumentos históricos de la ciudad siria de Palmira y había formado parte de la comisión que logró que este complejo arqueológico fuera declarado Patrimonio de la Humanidad. La ciudad fue destruida por miembros de EI.

 

La noticia fue divulgada por Maamoun Abdulkarim, director de los museos de Siria y por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

 

 

Abdulkarim declaró ayer que “la presencia continua de estos criminales en esta ciudad es una maldición sobre Palmira y sobre cada columna y cada pieza arqueológica”.

 

Destrucción de santuarios y ruinas de Palmira

Los milicianos del Estado Islámico se apoderaron, en mayo, de la ciudad de Palmira, situada en el este de la provincia de Homs y cuyas ruinas grecorromanas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. A medida que iba conquistando el territorio, el ISIS fue destruyendo sitios arqueológicos, alegando que considera a los santuarios religiosos idolatría y paganismo.

 

Una de las tumbas destruidas era la de Mohammed bin Ali, un descendiente de Ali bin Abi Taleb, primo del profeta Mahoma, según la Dirección General de Antigüedades y Museos. Otros monumentos, templos y edificios históricos fueron extraídos, y una estatua de un león a la entrada al museo de Palmira fue destruida. Hasta ahora no se conoce a ciencia cierta cuántos hallazgos o construcciones hayan destruido en Palmira.

 

Por su parte la UNESCO advirtió que la destrucción de Palmira sería “una grave pérdida para la Humanidad”.

 

Palmira fue en los siglos I y II, uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria. Antes del inicio de la contienda, en marzo de 2011, sus ruinas eran una de las principales atracciones turísticas del país árabe y de la región.

 

 

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