“Inteligencia Artificial y el Sínodo sobre la Sinodalidad”

Durante la jornada, organizada por la Federación de Medios Católicos Franceses, en colaboración con el Dicasterio para la Comunicación, Signis y la Unión Católica de la Prensa Italiana, varios expertos explicaron cómo funciona la IA, subrayando que también es el producto de todo lo que los internautas han puesto en la red en el pasado.

Se debatieron las innegables ventajas e inconvenientes, especialmente el riesgo de afectar gravemente a ciertas categorías de trabajadores. Ante esta realidad, con ánimos de una visión positiva y tranquilizadora, se destacó la importancia de la presencia humana capaz, a diferencia de la IA, de comprender el contexto o explicar detalles que una "máquina" podría pasar por alto.

Problemas y riquezas que, en el fondo, recuerdan el mensaje del Papa para la 58ª Jornada mundial de las comunicaciones sociales, en que el Pontífice explica que “no se trata de exigir que las máquinas parezcan humanas; sino más bien de despertar al hombre de la hipnosis en la que ha caído debido a su delirio de omnipotencia, creyéndose un sujeto totalmente autónomo y autorreferencial, separado de todo vínculo social y ajeno a su creaturalidad”.

“Estamos llamados a crecer juntos, en humanidad y como humanidad. El reto que tenemos ante  nosotros es dar un salto cualitativo para estar a la altura de una sociedad compleja, multiétnica,  pluralista, multirreligiosa y multicultural. Nos corresponde cuestionarnos sobre el desarrollo teórico  y el uso práctico de estos nuevos instrumentos de comunicación y conocimiento” (Mensaje JMC 2024).

Que la comunicación priorice la escucha

Escucha, proximidad, inclusión son las tres directrices para una comunicación sinodal, indicadas por Alessandro Gisotti, subdirector editorial del Dicasterio para la Comunicación. Estas son también las indicaciones sugeridas por el papa Francisco durante este proceso, que comenzó en la Iglesia en octubre del 2023.

“La escucha – indicó Gisotti en el panel centrado en el tema: "Cómo la Iglesia puede ser un actor de la sinodalidad", junto con el padre Walter C. Ihejirika, presidente de Signis África – presupone el compromiso de aceptar el ayuno del discurso público para preservar la verdad"; un camino ciertamente diferente que interroga al comunicador, pero que abre nuevas vías porque se hace cercano a las personas y a las comunidades.

"No se puede escuchar desde lejos", subrayó a continuación Gisotti, recordando ese: "todos, todos, todos…", pronunciado por el Papa tres veces en Lisboa, durante la JMJ, que debe traducirse en una superación de la "lógica de los eslóganes y de los relatos prefabricados", persiguiendo en cambio "un camino de encuentro, de discernimiento y de construcción común".

“La sinodalidad, de hecho – añadió – concierne a la Iglesia, pero también a los periodistas, obligados por el Sínodo a trabajar de otra manera, adoptando un nuevo estilo. Podemos ser instrumentos de un cambio auténtico – concluyó Gisotti – para construir puentes, defender la vida y derribar los muros, visibles e invisibles, que impiden un diálogo sincero y una verdadera comunicación entre las personas y las comunidades".

Por su parte, el presidente de Signis África se detuvo en la importancia de formar a profesionales capacitados, recordando también la experiencia que tuvo en el 2020 con los servicios en inglés de Radio Vaticano y un taller posterior, también en el Vaticano, para ofrecer una comunicación capaz de "ir más allá", creando así periodistas que sean "buenos narradores".

Los periodistas participantes, también, reflexionaron sobre "ChatGPT", es decir, de las respuestas sobre la fe que da la Inteligencia Artificial, y de las diferencias de puntos de vista en la Iglesia que podría recomponer el Sínodo.