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“Es tiempo de decir basta al tráfico indiscriminado de armas”: Papa Francisco

25 de mayo de 2022
“Es tiempo de decir basta al tráfico indiscriminado de armas”: Papa Francisco
Imagen:
Vatican Media - Referencia
Durante la Audiencia General, de este 25 de mayo, el santo padre expresó su dolor ante el tiroteo en una escuela primaria en Texas.

“Tengo el corazón entristecido”, señaló, al tiempo que manifestó su cercanía y oración por los niños y los adultos asesinados y por sus familias.

“Es tiempo de decir basta al tráfico indiscriminado de armas. ¡Comprometámonos todos para que tragedias como esta no puedan ocurrir más!”, pidió el pontífice.

Un libro que cuestiona el sentido de la existencia

En la Plaza San Pedro del Vaticano, el papa continuó con su serie de catequesis sobre la vejez y reflexionó en torno al Libro del Eclesiastés o Cohélet “otra joya que encontramos en la Biblia”, que “deja desconcertado por su famoso estribillo: Todo es vanidad, Todo es vanidad, Todo es vanidad, todo es niebla, humo, vacío”, dijo el papa.

“Sorprende encontrar estas expresiones, que cuestionan el sentido de la existencia, dentro de la Sagrada Escritura. En realidad, la oscilación continua de Cohélet entre el sentido y el sinsentido es la representación irónica de un conocimiento de la vida que se desprende de la pasión por la justicia, de la que el juicio de Dios es garante. Y la conclusión del Libro indica el camino para salir de la prueba: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, que eso es ser hombre cabal”, señaló.

En esta línea, explicó que “la vejez puede aprender de la sabiduría irónica de Cohélet el arte de sacar a la luz el engaño oculto en el delirio de una verdad de la mente desprovista de afectos por la justicia”.

 

“¡Los ancianos llenos de sabiduría y humor hacen mucho bien a los jóvenes! Los salvan de la tentación de un conocimiento del mundo triste y sin sabiduría”, afirmó.

 

Sin embargo, el pontífice advirtió el peligro de la “dolorosa desilusión” que causa preguntas como: “¿Nuestros esfuerzos han cambiado el mundo? ¿Alguien quizá es capaz de hacer valer la diferencia entre lo justo y lo injusto? Parece que todo esto es inútil ¿para qué hacer tantos esfuerzos?”

“Es una especie de intuición negativa que puede presentarse en cada etapa de la vida, pero no hay duda de que la vejez hace casi inevitable el encuentro con el desencanto”.

No obstante, “si los ancianos, que ya han visto de todo, conservan intacta su pasión por la justicia, entonces hay esperanza para el amor, y también para la fe”, advirtió.

 

“Para el mundo contemporáneo se ha vuelto crucial el paso a través de esta crisis, crisis saludable, porque una cultura que presume de medir todo y manipular todo termina por producir también una desmoralización colectiva del sentido, del amor, del bien”.

 

La búsqueda moderna de la verdad está separada de la justicia

Esta desmoralización de la vida, precisó el santo padre, quita el deseo de buscar la “verdad”, que se limita a registrar el mundo, al fluir del tiempo y al destino de la nada. “De esta forma -revestida de cientificidad, pero también muy insensible y muy amoral- la búsqueda moderna de la verdad se ha visto tentada a despedirse totalmente de la pasión por la justicia. Ya no cree en su destino, en su promesa, en su redención”. Para nuestra cultura moderna, que al conocimiento exacto de las cosas quisiera entregar prácticamente todo, la aparición de esta nueva razón cínica – que suma conocimiento e irresponsabilidad – es un contragolpe muy duro.

 

“El conocimiento que nos exime de la moralidad, al principio parece una fuente de libertad, de energía, pero pronto se convierte en una parálisis del alma”.

 

“Sabiduría de la vida es otra cosa”

“El vacío de sentido y de fuerzas abierto por este saber, que rechaza toda responsabilidad ética y todo afecto por el bien real, no es inofensivo. No solamente le quita las fuerzas a la voluntad del bien: por contragolpe, abre la puerta a la agresividad de las fuerzas del mal”.

“Son las fuerzas de una razón enloquecida, que se vuelve cínica por un exceso de ideología. De hecho, con todo nuestro progreso y bienestar, nos hemos convertido verdaderamente en una <<sociedad del cansancio>>. Teníamos que producir bienestar generalizado y toleramos un mercado sanitario científicamente selectivo. Teníamos que poner un límite infranqueable a la paz, y vemos sucesión de guerras cada vez más despiadadas contra personas indefensas. La ciencia progresa, naturalmente, y es un bien. Pero la sabiduría de la vida es otra cosa, y parece estancada”.

Fuente:
Vatican News /ACI Prensa
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