El sínodo propone sobre la ministerialidad

En la búsqueda de soluciones, los círculos menores analizan las diferentes problemáticas y desafíos, proponen formar diáconos en la región amazónica
Es urgente dar pasos concretos en defensa de la ecología integral. Es importante, como se ha dicho, que exista una acogida a los pueblos indígenas. No podemos abusar ni de la tierra ni de las personas. Si maltratamos la tierra, nos maltratamos a nosotros mismos. Urge un equilibrio ecológico. El arzobispo de Boston, EEUU, cardenal Sean O’Malley dio sus impresiones sobre los trabajos de los círculos menores .
Uno de los desafíos que se ha hablado en estos días, sobre la necesidad de formación. A la pregunta si ¿hay vocación en los indígenas para formarse como sacerdotes o ser diáconos casados? Jonny Eduardo Reyes, Vicario Apostólico de Puerto Ayacucho en Venezuela, explica que en su región, donde hay unas 23 etnias, es importante como Iglesia tener como referencia la cultura. En la región hay hasta ahora, sólo un sacerdote indígena.
Monseñor Jorge Herbas Balderrama, de la Prelatura de Aiquile en Bolivia, dijo que la respuesta es la ministerialidad. Un diaconado permanente donde reciben una asistencia de parte de los sacerdotes.
Quinta Congregación General
El grito de alerta de la ciencia, que por boca del ganador del Premio Nobel de la Paz 2007, Carlos Alfonso Nobre, recuerda que estamos muy cerca del colapso de la selva amazónica y de la Iglesia, representada por el obispo emérito de Altamira Xingu, en Brasil, monseñor Erwin Kräutler, quien denuncia cómo la central hidroeléctrica de Belo Monte, la tercera más grande del mundo, es una agresión a todo el ecosistema, resuena fuertemente en la Oficina de Prensa de la Santa Sede durante la tercera sesión informativa del Sínodo de los Obispos para la Amazonía. Poco antes, resumiendo los trabajos de la quinta Congregación General celebrada esta mañana (11-10-19), el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, enfatizó que algunos padres sinodales hablaron de "ecocidio" y de pecados ecológicos, que dañan la creación y la armonía del Creado, y los cuales deben ser reconocidos y confesados, porque "pecan contra Dios, contra el prójimo y contra las generaciones futuras".
El obispo Kräutler, originario de Austria, vive en la selva amazónica desde los 26 años, pero desde hace 30 está bajo vigilancia porque apoya a los indios y defiende el bosque. Kräutler ha recordado esta mañana que el Papa, al anunciar el Sínodo, "ha pedido prestar especial atención a los pueblos indígenas que están en riesgo". Instado por la propuesta de la ordenación de hombres casados, Monseñor Kräutler subraya que miles de comunidades en la Amazonía reciben la Eucaristía una o dos veces al año "y la Eucaristía es fundamental para el cristiano". "Queremos que estos hermanos no solo tengan la Palabra, sino también la Eucaristía”. Existe el riesgo de colocar el celibato por encima de la Eucaristía. Pero el Señor, en la Última Cena, dijo: "Haz esto en memoria mía", así que para nosotros la Eucaristía es una obligación.
La mirada puesta en el diaconado femenino
Y recordamos – agrega – que “dos tercios de estas comunidades cristianas sin sacerdotes están coordinadas por mujeres. Hablamos mucho sobre la valoración de las mujeres, pero necesitamos cosas concretas. Estamos pensando en el diaconado femenino, por qué no, y este también es un tema del Sínodo”.
Al final del briefing ha intervenido Ima Celia Guimarães Vieira, ecóloga brasileña, miembro de la Comisión Nacional para el Medio Ambiente Conama, quien ha estado estudiando la biodiversidad de la Amazonía durante 30 años. Vieira habló de la cuestión de los pueblos aislados. "Es importante garantizar el territorio a estos pueblos y respetar el tipo de aislamiento que han elegido. Hay 114 pueblos aislados en Brasil ya reconocidos y 28 confirmados”. Por último, agradece al Papa y a los padres sinodales por poner el tema de la ecología integral en el centro de los trabajos.
Se pide que las superioras puedan votar el documento final
La cuestión de la participación de la mujer en el Sínodo emergió con una definición clara y fuerte: el clima de trabajo entre las 35 mujeres y los obispos y cardenales es inmejorable, más allá de que se mantiene el reclamo para que las superioras religiosas puedan finalmente ser admitidas como votantes para el documento final.
"Hay una atmósfera muy abierta para las hermanas y religiosas, somos muy aceptadas en el grupo, no hay actitud clerical, hay mucha libertad de discurso", planteó este viernes la hermana Birgit Weiler, de la Congregación de las Hermanas Misioneras Médicas, en el tradicional encuentro con la prensa del mediodía. "Y es hermoso que podamos hablar sobre cómo nos sentimos las mujeres en la Iglesia. Somos una comunidad de hermanas y hermanos tratando de vivir juntos lo que el espíritu quiere decirle hoy a la Iglesia", calificó Weiler las primeras sesiones de trabajo en los círculos.
"Ciertamente, escuché de muchas otras mujeres que participan de otros círculos menores que hay una atmósfera abierta. Es Hermoso que desde el primer día, entre obispos y cardenales, vi un gran número que realmente nos entendieron, cómo discernimos juntos y podemos hablar de cómo nos sentimos", agregó la religiosa.
Además, no ocultó que se encontró con una gran recepción entre los padres sinodales al reclamo para que las mujeres puedan ejercer su voto el sábado 26, cuando se decida el documento final: "Fue un punto fuerte, incluso por obispos, el tema del reconocimiento, que caminar juntos en forma sinodal significa decidir todos también".
Fuente Disminuir
Fuente





