El Santo Sudario de Oviedo

El Santo Sudario de Oviedo es una reliquia de la Iglesia Católica que se encuentra depositada en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo. Se trata un pañuelo de lino…
Se cuenta que el sudario de Oviedo fue la prenda que cubrió entonces la cabeza de Jesús y que según el Evangelio encontró el apóstol S. Pedro junto al apóstol S. Juan al llegar a la tumba vacía de Jesucristo y que recogió junto con la Sábana Santa de Turín (Jn 20, 6).
El Sudario de Oviedo tiene el mismo polen que la Síndone
Un grano de polen atrapado en una mancha de sangre sobre un tejido de lino. Esta es podría ser la relación entre el Sudario de Oviedo, un pequeño pedazo de tela, y la sábana funeraria en la que quedó misteriosamente impresa la imagen de un hombre azotado y crucificado tal y como narran los Evangelios la pasión de Jesús. El descubrimiento fue comunicado por la Universidad Católica de Murcia (UCAM).
Así pues, los investigadores de la UCAM habrían encontrado la evidencia científica necesaria para situar el Sudiario de Oviedo en el mismo escenario de la Síndone de Turín. El descubrimiento fue posible gracias al microscopio de barrido electrónico que posee la misma casa de estudios, con el cual fueron identificadas tanto la sangre como el polen.
El grano de polen descubierto con el nuevo microscopio pertenecería a una planta que, sgún la expeta en polinología del EDICES, Marzia Boi, es compatible con la especie botánica “Helicrysum Sp”. El mismo que la investigadora ha identificado en la Síndone. «Se ha descartado que se trate de una contaminación posterior –indicaron los investigadores españoles–, ya que se encuentra adherido a la sangre; es decir, que llegó a la reliquia a la misma vez que la sangre, no de forma aleatoria en algún momento a lo largo de su historia. Este dato es muy importante, pues permite demostrar la autenticidad del Sudario de Oviedo, y desmentir que se trate de una falsificación».
Según lo que indicó el encargado de la Sección de Isopatología Forense del Instituto de Medicina Legal de Murcia, además de director del grupo de investigación del Centro Español de Sindonología (EDICES), Alfonso Sánchez Hermosilla, se trata de una «concordancia más, de primer orden, a unir junto con la creciente lista puesta de manifiesto por el estudio científico de estas reliquias de la Pasión atribuidas a Jesús de Nazaret». Cómo señalan investigaciones anteriores, como las de Pierluigi Baima Bollone, existen varios aspectos que relacionan ambas reliquias: el Sudario de Oviedo tiene manchas de sangre humana y del grupo AB, que es el mismo grupo sanguíneo de la sangre de la Sábana Santa. Además, las manchas de sangre de este encajan matemáticamente con las manchas de sangre de la cara de la Sábana Santa, lo que sólo se explica si los dos lienzos cubrieron el mismo rostro.
“Helicrysum” fue utilizado durante miles de años como cosmético en el Medio Oriente; además se usaba en la sepultura de los cadáveres de las comunidades judías del primer siglo de la era cristiana. Según lo que afirmó Marzia Boi, “Helichrysum” abunda en la Síndone de Turín (representa el 29,1% del polen encontrado), además de “Cistaceae” con el 8.2%, “Apiaceae” con el 4.2% y “Pistacia” con el 0.6%. «Todas las plantas mencionadas son de polinización entomófila: sus pólenes se desplazan con la ayuda de los insectos y no con el aire; esto demuestra que debe haber habido un contacto directo con las plantas o con los productos de uso funerario. La lista de los pólenes revela la traza de las plantas más usadas en los antiguos ritos funerarios. Los pólenes reconocidos aclaran que la tela fue tratada con aceites y ungüentos, así como probablemente el cuerpo que envolvió».
Según la investigadora, «los pólenes dominantes en la Síndone son la imagen del ritual funerario según las costumbres de hace 2000 años en Asia Menor. Son ingredientes de los ungüentos y aceites más preciados de la época, que quedaron extraordinariamente guardados en la tela». La identificación de un grano de polen de la misma planta sobre el Sudario de Oviedo podría confirmar que las dos telas se encontraban en el mismo escenario.
Hay que recordar que la fecha mediante radiocarbono del Sudario de Oviedo no indicó el primer siglo de la era cristiana, sino cerca del año 700. Y es bien sabido que los exámenes con carbono 14 sobre la Síndone indicaron una época medieval.
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