"Dios camina con su pueblo", tema de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2024

El tema fue presentado por el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, explicando que el mensaje se centrará "en la dimensión itinerante de la Iglesia con una mirada particular a los hermanos y hermanas migrantes, icono contemporáneo de la Iglesia en camino".

"Se trata -se lee en una nota difundida por la Oficina de Prensa vaticana- de un camino a recorrer de forma sinodal para alcanzar juntos, superando todo obstáculo y amenaza, la verdadera patria”. 

“Durante el trayecto, agrega, dondequiera que estemos, es esencial reconocer la presencia de Dios que camina con Su pueblo, asegurándole guía y protección a cada paso; pero es igualmente fundamental reconocer la presencia del Señor, Emmanuel, Dios-con-nosotros, en cada migrante que llama a la puerta de nuestro corazón y se ofrece para el encuentro".

El Papa Francisco y los migrantes

La preocupación por los migrantes y refugiados ha sido una constante en el pontificado de Francisco, lo que se ha reflejado en algunos gestos de relevancia pastoral.

Así, el 8 de julio de 2013 el Papa Francisco realizó su primer viaje como pontífice a la isla de Lampedusa donde expresó que “la muerte de inocentes, principalmente niños, en busca de una existencia más serena, lejos de las guerras y de la violencia, es un grito doloroso y ensordecedor que no puede dejarnos indiferentes”.

En junio de 2020, el Pontífice añadió tres invocaciones marianas en las letanías que se recitan tras el rezo del Santo Rosario, entre las que se encontraba la invocación “Consuelo de los migrantes”. 

En septiembre de 2023, el Santo Padre realizó un viaje apostólico a la ciudad francesa de Marsella para participar en el evento Encuentros del Mediterráneo donde también participó en un encuentro interreligioso. En esa ocasión denunció: “No podemos resignarnos a ver seres humanos tratados como mercancía de cambio, aprisionados y torturados de manera atroz; no podemos seguir presenciando los dramas de los naufragios, provocados por contrabandos repugnantes y por el fanatismo de la indiferencia”.

El pasado mes de octubre, durante la celebración de la primera asamblea del Sínodo de la Sinodalidad, el Papa presidió un acto litúrgico y un momento de oración en la plaza de San Pedro en favor de las personas que salen de sus países.

“Como el buen samaritano, estamos llamados a hacernos prójimos de todos los viandantes de hoy, para salvar sus vidas, curar sus heridas, aliviar su dolor. Los migrantes tienen que ser acogidos, protegidos, promovidos e integrados. Se trata de una responsabilidad a largo plazo”, instó.