Alegría y paz, en medio de la realidad que estamos viviendo

El cardenal, quien presidió la eucaristía, señalo: “También, durante esta misa, al renovarse profundamente en el corazón de cada uno de los sacerdotes su compromiso de seguir al Señor, entregándose totalmente al servicio; se hace realidad la Iglesia como pueblo de Dios, sacerdotal y pueblo llamado a proclamar las maravillas del Señor”.

Descubrir a Dios en nuestra vida

Así mismo, enfatizó en el momento actual que está viviendo el mundo entero, por el COVID-19, donde se hacen visibles secuelas de desesperanza, ruina, pobreza, angustia, dolor y muerte. Una realidad también en nuestro país, que lleva a la angustia existencial a la gran mayoría de las personas, pero, donde el Señor, asume esta realidad, nos manifiesta su amor, nos cuida, nos ama y nos muestra su rostro de misericordia.

 “Y, es escuchado el lamento de los que sufren, y es escuchado el gemir de los moribundos y los enfermos, y es escuchado el llanto y los que pasan necesidades durante esta pandemia, el Señor se acerca a nosotros y nos brinda su consuelo, su luz, su Gracia, su fuerza, de tal manera que de este momento oscuro y tenebroso, casi sin ninguna esperanza, puede surgir verdaderamente la alegría y la paz, en el corazón de todos aquellos que son capaces de descubrir la presencia salvadora de Dios”.  Reafirmó el cardenal, Rubén Salazar.

A continuación, homilía completa del señor cardenal Rubén Salazar Gómez, en la celebración de la misa Crismal con el presbiterio de la arquidiócesis de Bogotá: