¿Tiene sentido hacer novenas?

Sí. Las novenas no han perdido vigencia aunque en muchos casos han perdido su razón de ser debido a que algunas prácticas las han convertido en algo mágico e incluso…
A estas novenas les han mezclado elementos paganos que no tienen que ver nada con la fe. Por ejemplo, incluirles riegos, supuestas purificaciones, velas de colores, aguas de colores, mantras o prácticas como quitarle el niño a san Antonio hasta que ocurra un milagro o pagarle al profesor Salomón para que use a santa Marta para que obre supuestas sanaciones. En esta misma línea de manipulación se encuentran el Indio Amazónico, Janín, Daniel David, entre otros. Sin profundizar en los que usan los rezos a los santos para beber Yagé.
¿Qué lugar ocupan las novenas en la Iglesia católica?
Recurro a la definición acertada que hace la Enciclopedia católica, que las define como: “una devoción pública o privada que se realiza durante nueve días en la Iglesia Católica y cuya intención es obtener gracias especiales. La octava tuvo más bien un carácter festivo. La novena pertenece a las prácticas asociadas con el duelo de oración. El número nueve es indicativo de sufrimiento en la Sagrada Escritura (St. Jerome, in Ezech., VII, 24; P.L., XXV, 238, cf. XXV, 1473)” (http://ec.aciprensa.com/wiki/Novena).
Cabe anotar que los santos no son milagreros ni personajes mágicos. Aunque las novenas no forman parte de la liturgia de la Iglesia sino de las devociones, por tanto de libre ejercicio, sin embargo, han sido importantes para fortalecer la fe y mantener viva la esperanza en medio de los sufrimientos y las pruebas de la vida.
¿Las novenas aparecen en la biblia?
Directamente no. Las novenas, aunque no tienen un fundamento bíblico, no obstante, en la Palabra sí aparecen momentos especiales de oración y reflexión de diversos personajes, así como de Jesús y María, que les dan un soporte válido y de familiaridad con el ambiente bíblico. Por tanto, no le son extrañas.
Las novenas deben llevar a la meditación, reflexión y puesta en práctica de la Palabra de Dios. La vulgarización de las novenas se ha presentado debido a que en muchos casos, se les ha colocado por encima de la Palabra e incluso de la Eucaristía y muchas personas, debido a su poca formación en la fe, han caído en la trampa de convertir a los santos en súper héroes que conceden milagros en promoción y por temporadas, e incluso, hay competencia entre ellos, pues algunos discuten que san Antonio es más efectivo que san Judas o que santa Marta concede más rápido los favores que el mismo Espíritu Santo. Algo folclórico y que no tiene que ver nada con la fe.
¿Qué está haciendo la Iglesia para educar en la práctica de las novenas?
Existen diversos escenarios en los que la Iglesia procura formar a las personas en la fe: catequesis, predicación, cursos bíblicos, estudios de la historia de la Iglesia y el uso de diversos medios de difusión masiva, por mencionar algunos.
En esta perspectiva, Editorial san Pablo, a través de un equipo de autores se ha puesto en la tarea de encauzar la práctica de las novenas dándoles una centralidad bíblica, apelando a las historias, mensajes y experiencia de los santos, del tal forma que sean, a parte de su carácter de devoción, una herramienta pedagógica de formación y madurez en la fe. En las novenas se advierte a las personas el sentido del por qué y para qué se deben hacer, así como su intención de acuerdo con el estilo de vida del santo al que se le hace la novena, bien sea para sanación, crecimiento espiritual, fortalecer la vida familiar, conversión, encontrar el amor, solicitar empleo o realizar un duelo. La dimensión bíblica de las novenas permite descubrir la grandeza de un Dios misericordioso que ama y que en Cristo ha traído la salvación a la humanidad. Por tanto, las novenas deben estar siempre referidas a Cristo.
Las novenas te pueden ayudar en el fortalecimiento de tu fe siempre cuando sean un puente para experimentar el amor de Dios, a través de una vida de testimonio, y te lleven a conocer su Palabra y a practicar los sacramentos.
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