Juan predica con un lenguaje directo y simple, sin rodeos, acostumbrado como estaba a la vida ruda del desierto. Hombre convencido de su misión, no siente miedo, tiene ideas muy claras, denuncia las injusticias y el estado de corrupción del país; se atreve a criticar en público al mismo. Herodes anunciando y proclamando la justicia de Dios, prepara la llegada del Mesías que viene a liberar, a salvar. Usaba un rito que se hizo popular: El bautismo.
La gente venía a escucharlo, confesaba sus pecados y él la hundía en las aguas del río Jordán como un símbolo de limpieza y de renacimiento. Juan actúa como el mensajero que prepara la llegada del Ungido de Dios, del Mesías y será éste quien sumergirá a la humanidad, no en las aguas del Jordán, sino en Dios mismo, simbolizado por el espíritu (o viento) y el fuego, que viene a destruir la injusticia e instaurar el Reino.
Sí, Dios es justo, es liberador. Por eso Juan Bautista clama por que se respete el derecho de los pobres y oprimidos. Dios no se deja sobornar por la palabra mentirosa ni por el culto vacío. Por eso Juan reclama la conversión de los que iban a escucharle, no simplemente que sientan remordimiento de conciencia; les pide un cambio total y profundo de vida, de pensar y de actuar reviviendo el amor a Dios y al prójimo. No los invita a ir al desierto, tampoco a ir en peregrinación a Jerusalén.
Unos y otros le hacen esta pregunta: ¿Qué podemos hacer?. Entonces se dirige a los que tienen dos túnicas y pueden comer, a los que se enriquecen de manera injusta, a los que abusan de su poder y de su fuerza. Su respuesta es: No os aprovechéis de nadie, no abuséis de los débiles, no viváis a costillas de otros, non penséis solo en vuestro bienestar, y agrega; el que tenga dos túnicas que dé una al que no tiene y el que tiene comida que haga lo mismo. Eso es volver a Dios, eso es revivir el amor a Dios y al prójimo; así se prepara la venida del Mesías.
Supongamos que Juan Bautista está en Colombia y nos dice esas mismas cosas, ¿cuál sería nuestra reacción? Y si le preguntamos: Juan ¿qué podemos hacer los colombianos? ¿Cuál creen ustedes que sería su respuesta si sabe que en esta patria nuestra hay total desprecio por la vida de niños y mujeres, corrupción, justicia politizada e inoperante?
En este tiempo de Aviento Jesús nos invita a vivir y actuar como obreros valientes del Reino de Dios que Jesús viene a instaurar. ¿Qué debemos hacer en los días que corren…?
Padre Carlos Marin G.
Fuente Disminuir
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