El cuerpo templo del espíritu Santo

Es imposible obviar las imágenes que a diario nos llegan de marketing, modelos esbeltas que intentan vender la imagen de un producto, pero lo es más cuando ellas lucen…
Ahora podemos apreciar estas imágenes, pero muchas de estas han sido resaltadas por sucesos desafortunados, el deterioro del cuerpo de muchas mujeres que a causa de la anorexia o cirugías mal realizadas han muerto, por pretender alcanzar una belleza moldeada por el hombre. La fe del hombre en sí mismo, lo hace colocarse "más allá del bien y del mal" e invertir los valores vitales y trascendentes, considerando a la moral cristiana como una debilidad y dando supremacía al hombre por encima de Dios.
Convertir nuestro cuerpo en un dios, no es moralmente aceptable, pero cuidar de el y lucir bien es lícito y recomendable. Mantener el cuerpo en buena condición es una disciplina espiritual. No se trata solo de perder algunas libras, ganas de vivir más tiempo o tratar de lucir mejor. Dios creó el cuerpo, Jesús murió por él, el Espíritu Santo vive en él,. Cuando sea el tiempo, Dios te va a pedir cuentas de cómo cuidaste lo que Él te dio.
“Acaso no saben que su cuerpo es templo del espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños, fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios” I Co. 6:18-19.
El sentirnos contentos con nuestro cuerpo, la manera como le tratemos y como nos sentimos acerca de el, nos permite estar más con nuestro Padre Celestial, quien nos bendijo creándonos a su imagen y semejanza. Cuando tratamos nuestro cuerpo como un templo de Dios, obtenemos bendiciones físicas, emocionales y espirituales.
proverbios 14:30, “El corazón tranquilo da vida al cuerpo, pero la envidia corroe los huesos.”
El cuerpo es un regalo de Dios. Él se lo prestó y es su responsabilidad de cuidarlo bien. El es dueño, usted el administrador.
La moral exige el respeto de la vida corporal, pero no hace de ella un valor absoluto. Se opone a una concepción neopagana que tiende a promover el culto del cuerpo, a sacrificar todo a él, a idolatrar la perfección física y el éxito deportivo. Semejante concepción, por la selección que opera entre los fuertes y los débiles, puede conducir a la perversión de las relaciones humanas. (Catecismo de la Iglesia Católica 2288-2289
Recomiendo ver las fotos y su introducción. Luego piense, ¿trata su cuerpo como un templo?.
Tara Lynn. Una de las modelos más cotizadas del este momento. Luego de vencer una obsesión por la delgadez que la hizo bajar una gran cantidad de kilos en muy poco tiempo y que le trajo consecuencias físicas y mentales, decidió volver a su peso habitual.
Crystal Renn. A los 14 años, esta impactante mujer fue descubierta en una calle de su pueblo natal. A partir de ese momento, las 600 calorías diarias fueron su única meta y las culpables de que perdiera su cabello y su humor. Hoy, a los 24 años, se la ve espléndida y feliz sonriendo con su recuperado talle 46.
Jordan Tesfay. Conquistó Nueva York siendo la imagen de portada de la revista MODE. Desde su sitio web define su cruzada: “Podemos cambiar la idea de lo que es un cuerpo perfecto y crear un nuevo standard de belleza”.
Fuente Disminuir
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