Creer en el Dios de la vida

Ya sabemos que Jesús es el agua que da la vida, que Él es el pan de la vida, que es el camino, la verdad y la vida.  Jesús mismo nos revela ahora que Él es la resurrección y la vida, la vida eterna, pues quien cree en Él, aunque muera, ¡VIVIRÁ!

Es la catequesis que Jesús hace sobre la vida y la fe en la resurrección, en el relato de la de la resurrección de Lázaro. Jesús es más fuerte que la muerte; muere en la cruz y termina dando la vida. La vida que Jesús da a los suyos vence la muerte; Jesús es al mismo tiempo humano y Divino, es Dios, es vida después de la muerte, es resurrección.

La enfermedad y la muerte no tienen la última palabra: La tiene el que es el autor de la vida, el que puede curar al enfermo y  “Despertar al que está dormido”. 

Es la plenitud de la obra de Jesús con la humanidad enferma. La vida que Él comunica es definitiva, supera la muerte física. Muerte de la cual, al condenar a Jesús, los miembros del Sanedrín se convierten en sus verdaderos agentes.

En la mente de Dios, nosotros sus hijos, no estamos destinados a la muerte, sino a la vida plena y definitiva. Es el designio del Padre y la obra mesiánica de Jesús que no elimina la muerte física, pues para aquel que ha recibido de Él la vida, la muerte física no es más que un sueño. Lázaro estaba dormido.

Hermanos: La fe en la resurrección es fe viva y activa, es fe  en  la plenitud de la vida, fe que nos impulsa a  luchar contra todo lo que destruye la vida, la violencia, la pobreza extrema, la exclusión, la injusticia. Es una fe henchida de esperanza en la transformación del mundo. Una fe, que ante los que en nuestra Colombia tratan de construir una cultura de la muerte, anuncia y proclama el Evangelio de la vida.

Como Marta y María, las hermanas de Lázaro, son muchas las cosas que tenemos que aprender, descubrir, vivir y creer mucho más de lo que hasta hoy hemos hecho. Creer en el Dios de la vida, el Dios que no falla.  Agradecer la vída que Dios nos da y unirnos a los que testimonian pasión por la vida, por la vida de todos.

Antes de resucitar a Lázaro, Jesús se dirige  a María unas palabras que son también para cada uno de nosotros: “Yo soy la resurrección y la vida, el que crea en mí, aunque haya muerto, vivirá”. ¿Crees esto?...

¿Cuál es nuestra respuesta?

Padre Carlos Marín