¡Oremos por todos los niños que sufren!
Con motivo del día de la memoria y solidaridad a las víctimas, hacemos eco de las palabras del papa Francisco quien invitó ayer 8 de abril, a rezar por todos los niños…
«Queridos amigos, cuidar a los niños significa creer que cada uno de ellos es un don de Dios al mundo. No escatimemos esfuerzos con el fin de que puedan sentirse siempre acogidos y amados en nuestras familias y en nuestras comunidades», dijo el Obispo de Roma dirigiéndose a los miles de peregrinos de todo el mundo, y en particular a los de lengua árabe, provenientes de Irak y de Oriente Medio:
«Los niños son a menudo las primeras víctimas de los problemas familiares, de los conflictos, de las guerras y de las persecuciones. Oremos por todos los niños que sufren, rogando al Señor que los custodie de todo mal, que despierte las conciencias adormecidas y que convierta los corazones de piedra para que nunca falte a ningún niño amor y cuidados ¡Que el Señor bendiga a todos los niños y los proteja del maligno!».
Esta invitación que es para todos, es un llamado especial que compartimos en nuestra sección deFamilia para que cada persona que tenga a su cargo o comparta con niños, tome consciencia del valor tan grande de sus vidas, el respeto y la defensa de sus derechos.
Orar por "todos los niños que sufren", por aquellos que están solos, enfermos, con hambre, sin educación, sin una familia que los acoga.
Orar para "que convierta los corazones de piedra" de tantas madres y padres que piensan en abortar, en matrimonios que se cierran a la vida y en tantos padres que maltratan física, emocionalmente a sus hijos, como también aquellos que los abandonan.
Orar para "que los proteja del maligno", del mal que está al acecho en situaciones tan graves como cuando son víctimas de la violencia, la prostitución infantil, y los abusos sexuales.
En su audiencia general de la Octava de Pascua, renovando sus mejores deseos en este tiempo de alegría pascual, el Papa Francisco, agradeciendo los mensajes que le llegaron de todo el mundo, reiteró a los miles de peregrinos su exhortación a ser verdaderos testigos de Cristo Resucitado, en las familias y todos los ámbitos de la vida, deseando que el Señor Resucitado confirme a todos en la fe y los haga testimonios de su amor y de su misericordia:
«Queridos hermanos y hermanas, en este periodo pascual les deseo que la paz y la alegría de la resurrección de nuestro Señor esté siempre presente en cada uno de ustedes, en sus familias y en sus comunidades. Les agradezco por todas las felicitaciones y expresiones de cercanía espiritual que me han llegado en ocasión de la Santa Pascua. Me encomiendo a sus oraciones, asegurando asimismo las mías por todos, y rogando al Señor que derrame con abundancia su gracia y bendición».
El Papa Bergoglio dirigió un saludo especial también a los peregrinos croatas. En particular a los jóvenes voluntarios de la Diócesis de Dubrovnik, acompañados por su Pastor, Mons. Mate Uzinic:
«Queridos amigos, ustedes son hijos de la Iglesia que es Madre y Maestra. Así como la Iglesia consuela a tantos que están en la necesidad, también ustedes con su celo fraterno edifiquen el mundo en el que viven. Sepan encontrar su lugar en la Iglesia y en la sociedad, asumiendo generosamente los compromisos que ahora les han sido encomendados en sus familias y en todos los ambientes. ¡Que su juventud se fortalezca y se alimente sólo en la fe! ¡Sólo así encontrarán en sus vidas a Cristo Resucitado, que nos ha liberado de la muerte! ¡Les agradezco su compromiso en la Iglesia y los bendigo! ¡Alabados sean Jesús y María!»
A los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados les deseó que «el anuncio pascual siga haciendo arder nuestro corazón, como a los discípulos de Emaús».
«Queridos jóvenes, sólo el Señor Jesús puede responder completamente a los anhelos de felicidad y de bien en sus vidas. Queridos enfermos, no hay consolación más bella ante el sufrimiento que la certeza de la Resurrección de Cristo. Queridos recién casados, vivan su matrimonio en concreta adhesión a Cristo y a las enseñanzas del Evangelio»
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