Cuatro preguntas claves para hacer a los hijos cada día

Recientemente, científicos descubrieron que al día, en promedio, los padres dedican al niño 12,5 minutos. De este tiempo, 8,5 se destinan a reproches y prohibiciones…
La escritora Jamie Harrington, elaboró 4 preguntas que se consideran importantes y básicas para los padres en relación con sus hijos, y las cuales se aconsejan hacer todos los días.
Para empezar, la escritora Harrigton ,aconseja hacer a los hijos preguntas abiertas a las que no puedan responder con un simple, sí o no. Esto anima a los niños a describir sus sentimientos y evaluar sus acciones, aseguró la escritora. Entonces ¿cuáles son estas preguntas mágicas?...
1-¿Qué tal ha estado tu día?
Si al principio el niño no entra en confianza y sólo dice: bien, todo bien, etc., no vale la pena presionarlo para que responda lo que pretendemos. Es mejor contarle sobre nuestra día y veremos que, hasta el niño más introvertido, empezará a compartir con los padres lo que lleva dentro.
2-¿Cómo vas con tus amigos?
Podemos preguntarle sobre un amigo en concreto o sobre todos en general. Es importante que el niño confíe en los padres y no tenga miedo de contarles todo.
3-¿Hoy te pasó algo bueno?
Cuando hace mal tiempo o después de un examen de matemáticas complicado, es difícil recordar algo agradable que haya pasado durante el día, hace falta primero que pase algo que los ponga de buen humor. Por ejemplo, sin previo aviso, ir al cine, compartir juntos algunos juegos de mesa en casa, etc. Estas fantasías sacarán al hijo de pensamientos negativos y lo llevarán a una clima de emociones positivas.
Cómo pasar este tiempo de forma provechosa…
4-¿Necesitas mi ayuda?
Todos sabemos lo difícil que es, a veces, pedirle ayuda a alguien. Es poco probable que un niño que no está acostumbrado a recibir ayuda en cosas pequeñas, reclame a sus padres en una situación difícil.
Por eso, es prioritario iniciar por lo pequeño: ofrecernos a arreglar con él su habitación, a ayudarle con sus deberes. No se debe sentir temor de mimar al hijo/hija porque cuanto más lo ayudemos en cosas pequeñas, más crece la posibilidad de que, en caso de conflicto serio, el niño acuda a los padres, si lo necesita, para recibir un consejo.
Sin embargo, esto no significa que haya que empezar a hacerlo todo por el niño. Es importante, al escuchar a los hijos, no interrumpirlos y no apresurarnos a sacar conclusiones y juzgarlos antes de tiempo.
Comentar sólo cuando él o ellos lo pidan. No evitemos el contacto físico, abrazar a los hijos o tomarlos de la mano es maravilloso.
Si estamos de mal humor o no tenemos tiempo, es mejor decírselo, con toda sinceridad y acordar un tiempo en el que podamos estar con él o con ellos, más tardeo en otro momento.
Preguntas que pueden convertirse en diálogos abiertos y amenos con los hijos. Pueden ayudar a crecer en valores y confianza con los padres.
Fuente Disminuir
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