Calidad de vida familiar, claves

Para comprender el concepto de calidad de vida familiar, resulta apropiado mencionar el modelo de calidad de vida familiar propuesto por un equipo de investigación…
Define la calidad de vida familiar como “un estado dinámico de bienestar de la familia, concebido de forma colectiva y subjetiva y valorado por sus miembros, en el que interactúan las necesidades a nivel individual y familiar.”
Al ser la calidad de vida definida como un estado dinámico, implica que no es estática y siempre está en constante cambio. Por este motivo, la primera clave para gozar de calidad de vida familiar consiste en trabajar todos los días por mejorar y fortalecer aquellos aspectos que afectan negativamente al núcleo familiar. Podríamos mencionar varios aspectos como actitudes de carácter, mal genio por ejemplo, o poca tolerancia ante las dificultades, falta de diálogo, colaboración o ayuda mutua en la familia, entre otros.
A su vez, al ser la calidad de vida definida colectiva y subjetivamente por sus miembros, esto conlleva a que cada núcleo familiar sea único y, por tanto, las circunstancias, aprendizajes y necesidades resulten diferentes.
Infortunadamente, muchas familias invierten el tiempo en compararse con otras, en lugar de centrar su atención en estrategias concretas para mejorar la propia.
De esta manera, la segunda clave consiste en enfocarse en las circunstancias, aprendizajes y necesidades propias y singulares de su familia. Al estar en interacción mutua las necesidades en el plano individual y familiar, esto implica que todas las personas de la familia deben trabajar en su propio proceso de mejora como personas.
Proceso de continuo aprendizaje
Así, la tercera clave para gozar de calidad de vida familiar radica en que todos los miembros deben estar siempre evaluando individualmente cómo están aportando positivamente a su familia y, a su vez, en caso de estarla afectando negativamente, deben buscar estrategias concretas de mejora y cambio personal.
Finalmente, las últimas dos claves se relacionan con el carácter multidimensional de la calidad de vida familiar. Por tanto, la cuarta clave radica en evitar evaluar la calidad de vida de la familia solamente en el ámbito económico. Ya que la calidad de vida se concibe en la mayoría de los casos que está de acuerdo solo en tener dinero y bienes materiales como carros, casas, viajes, lugares de descanso y demás.
Si la cuarta clave es evitar evaluar la calidad de vida de la familia exclusivamente en términos económicos, resulta sencillo anticipar la quinta y última clave: trabajar en la mejora de todas las áreas o dimensiones: espiritual, afectiva, social, física y económica, entre otras.
Para terminar, las cinco claves pueden resumirse en la siguiente invitación: trabajar por vivir diariamente en un proceso continuo de aprendizaje, mejora y perfeccionamiento tanto personal como familiar, que abarque todas las áreas o dimensiones, enfocado en las circunstancias, aprendizajes y necesidades propias y singulares de su familia.
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